El acecho en Miami a un enorme cocodrilo que mordió a dos personas finalizó este viernes con su aparente captura, que se complicó en días pasados por la ayuda que le brindaron vecinos encariñados con el monstruo de casi cuatro metros.
Las autoridades creen que el cocodrilo norteamericano capturado este viernes, quien posteriormente murió, es “Pancho”, como era conocido el animal en el exclusivo barrio Gables by the Sea en el suroeste de Miami donde habitaba en los canales.
“Creemos que era el cocodrilo que buscábamos”, dijo a la AFP un portavoz de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC, por su sigla en inglés), George Pino.
El animal, de 3,7 metros de largo y 140 kilos de peso, murió luego de ser capturado, dijo Pino.
Varios cazadores y las autoridades estuvieron detrás de Pancho desde que el domingo pasado mordió a dos personas que se metieron en el canal. La prensa local ha dicho que es la primera vez que el escurridizo cocodrilo norteamericano ataca a humanos en Florida, sureste de Estados Unidos.
Pero al parecer Pancho solo defendía su territorio: la imprudente pareja, bajo los efectos del alcohol, se zambulló en un canal identificado como santuario para cocodrilos, de madrugada, cuando es conocido que estos animales están más activos.
“Es el cocodrilo más buscado de Florida”, había dicho en días pasados a la prensa local uno de los cazadores, Todd Hardwick.
El acecho se había complicado por la complicidad de algunos vecinos, que acostumbrados a ver en los canales a Pancho y otros cocodrilos, como “Snaggletooth” (“Dientes de gancho”) y “Streetwalker” (“Caminante de las calles”), colocaban música a todo volumen para espantar a los animales cuando veían merodear a los cazadores.
“Este era su hábitat antes que llegáramos nosotros. Tiene derecho a estar acá”, dijo una vecina al diario Miami Herald.
Pero Pancho no era popular con todos los vecinos. Unos confesaron temerle y alguno lo culpó de la desaparición de perros en la zona.
Pancho era uno de los cerca de dos mil cocodrilos norteamericanos que viven en Florida. Sus primos, los aligátors o caimanes, son mucho más corrientes (su población alcanza unos 1,3 millones) y agresivos: se registran unas seis mordidas a humanos al año. AFP