Su primer nombre fue El desespero. Producto de la falta de servicios públicos y el nivel de desidia en el que viven desde hace 14 años, los habitantes del barrio que ahora se llama María Concepción Palacios en la parroquia Manuel Dagnino, de Maracaibo, denuncian las penurias a las que se enfrentan día a día. NP
Marianela Rincón, habitante de la comunidad, manifestó que tener tantos problemas y estar tan abandonados por parte de los entes competentes, los hace vivir en “el desespero”.
“Aquí te puedo decir el rosario de problemas que tenemos. Para empezar el agua llega sólo seis horas cada tres días y con la crisis estamos peor. ¿Díganme si no es vivir en el desespero, tener que levantarnos de madrugada cargar con baldes y correr para agarrar un poquito de agua? Por otro lado, vivimos entre basura porque el aseo no pasa. Cuando llueve se desbordan las cloacas porque no prevén limpiarlas y las destaparlas antes de la temporada. La luz se va a cada rato y se nos dañan los corotos. Esto no lo aguanta nadie”.
Rincón, agregó que desde hace más de 10 años no reciben gas debido a la falta de mantenimiento de las tuberías, por lo que para cocinar deben adquirir bombonas. “Nuestra vida cambió desde que usamos bombonas. No hay nada como llegar a la casa y poner a cocinar lo que sea sin el miedo de que te vayas a quedar sin gas. Ahora comprar bombonas, más que un peligro, es una misión imposible, porque donde hay cuestan caras y donde cuestan baratas, no hay. Por todo esto es nuestro desespero”.
Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia en el Zulia, visitó la comunidad y una vez allí recordó que durante su periodo como concejal trabajó en la creación de la asociación de vecinos del barrio y a su juicio “es insólito que luego de tantos años, continúen los mismos problemas”. Hizo un llamado a Hidrolago para que trabaje en la correcta distribución del agua en el sector y al Servicio Autónomo para el Suministro de Gas (SAGAS) a que se acerque a la comunidad y explique cuál es el problema realmente. “No se puede vivir entre tanta zozobra y desatenciones. Esa no es la calidad de vida que merecemos los marabinos y lamentablemente es la realidad de la gran mayoría”.
Ines Cubillan, habitante del sector, aseguró que “la inseguridad es otro caso en el barrio”. “Por aquí pasa la policía como si nada y no está pendiente de los alrededores. Los malandros vienen de otros barrios y no perdonan a nadie. Necesitamos atención urgente, porque vamos en retroceso”.
José Castro, luchador social de la comunidad, aseguró que desde que se instaló el Metro de Maracaibo, han sido víctimas de todas estas irregularidades. “Jamás había visto un Gobierno como el de ahora, que vive de pleito en pleito y no resuelven nuestros verdaderos problemas. Aquí hay que llevar bienestar y paz. No podemos seguir viviendo con tantas enfermedades en niños y ancianos. Asma, fiebre y de todo se ve aquí. La verdad es que éramos felices y no lo sabíamos, ayuden a María Concepción Palacios porque estamos desasistidos”.