Vecinos del sector sacaron al niño al hospital José María Benítez, sin saber que habría muerto de una paliza dos horas antes de que se incendiara la vivienda. El pequeño presentó 60% de quemaduras hasta de tercer grado en todo su cuerpo pero esto no fue lo que le arrebató la vida, reseña El Periodiquito.
La descomposición social y moral se denota en el día a día alrededor del mundo, la falta de valores está por doquier, afectan a la comunidad en general pero en especial se acentúa de manera salvaje en los más inocentes. El siguiente caso es una muestra de ello, la víctima es un niño de dos años que llevaba por nombre Yeiber José Piñero Godoy.
El pasado viernes a las 4:00 pm, la madre y el padrastro de la víctima identificados como Yeni del Carmen Godoy Vargas (28) y Danny Orlando Muñoz Hernández (22), recibieron la visita de unos amigos en su vivienda ubicada en la parte alta del barrio Tierra Blanca vía al tanque, sector La Quebrada, parroquia Castor Nieves Ríos, municipio Bolívar.
En medio del sarao, iniciaron la ingesta de alcohol y de estupefacientes. Al retirarse los invitados, la pareja inició una acalorada discusión por motivos de celos. Presuntamente hubo golpes entre ellos y posteriormente ambos se ensañaron contra la criatura. Le propinaron contusiones en miembros superiores e inferiores.
Esta información fue otorgada por la supervisora de la subdelegación de Caña de Azúcar del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Mercy Bracho, quien aseguró que el niño fue golpeado salvajemente por su progenitora y el padrastro. Reseñó que los criminales al ver que habían asesinado al pequeño, incendiaron la vivienda, dejaron el cuerpo sobre una cama y salieron del lugar para aparentar que necesitaban ayuda y evadir así su responsabilidad ante la justicia.
Bracho indicó que los “desalmados” salieron después de las 8:20 pm del mismo viernes a dos comisarías distintas a “hacer show”, pues expresó que solicitaron la ayuda de los cuerpos de seguridad, cuando el niño tenía ya más de dos horas muerto. Hipotéticamente tomaron la decisión de incendiar la vivienda para simular que el pequeño habría muerto de manera accidental. Cabe acotar que la víctima, presentó quemaduras hasta de tercer grado en el 60% de su cuerpo, pero estas lesiones no fueron las que ocasionaron su deceso.
Los vecinos al ver las llamaradas se acercaron a la vivienda para prestar ayuda. Entre varios pudieron apaciguar un poco el fuego y encontraron al pequeño ardiendo junto al colchón. Inmediatamente lo trasladaron al hospital José María Benítez de La Victoria, pero Yeiber llegó sin vida, pues murió de una golpiza salvaje un par de horas antes de que sucediera el incendio. Minutos más tardes se presentó al lugar una comisión del Cuerpo de Bomberos de Cagua para acabar por completo con el fuego, posteriormente colaboraron con las experticias que aplicó el Cicpc en la escena de los hechos.