Los trabajadores del metro de Sao Paulo, que acoge el partido inaugural del Mundial-2014, decidieron este jueves mantener por segundo día una huelga que tiene la ciudad sumida en un caos y afecta a millones de personas.
“La asamblea decidió seguir en huelga, no se llegó a acuerdo más temprano, incluso bajamos nuestra demanda de alza salarial, pero no hubo solución. La huelga se mantiene”, dijo a la AFP un portavoz del sindicato de trabajadores del metro.
La huelga, convocada a tan sólo una semana del inicio del Mundial, provocó un embotellamiento matinal récord de 209 km y dejó a cientos de miles de personas sin transporte, con pasajeros agolpados como ganado en los vagones o haciendo filas interminables para poder tomar un autobús.
El metro es uno de los medios de transporte más usados para ir al estadio Arena Corinthians, donde se disputará el partido inaugural Brasil-Croacia el 12 de junio.
Es usado diariamente por unos 4,5 millones de usuarios.
El sindicato, que representa a 9.700 trabajadores, rebajó su exigencia de aumento de 16,5% a 12,2%, según el diario O Estado de Sao Paulo, pero el metro dijo que no tenía condiciones de ofrecer un incremento superior a 8,7%.
La huelga es parcial: de las 61 estaciones administradas por el gobierno del estado de Sao Paulo, 37 fueron abiertas, pero el flujo de trenes fue muy inferior a lo normal.
El tránsito en la hora pico fue menos caótico que en la mañana.
En medio de la paralización, el presidente de la FIFA Joseph Blatter dijo estar “confiado” en el éxito del Mundial-2014.
Brasil viene enfrentando en las últimas semanas diversas movilizaciones y protestas de profesores, policías, choferes, trabajadores “sin techo”, que aprovecha la enorme visibilidad de Brasil estos días para plantear sus reivindicaciones.
“Nosotros en la FIFA tenemos confianza, el momento será festejado”, dijo Blatter. AFP