Human Rights Foundation (HRF) condena la tortura infligida por agentes de la Policía Nacional Bolivariana de Venezuela a los estudiantes Marco Aurelio Coello y Christian Holdack, quienes se encuentran detenidos arbitrariamente desde el 12 de febrero pasado, cuando se encontraban participando de la marcha estudiantil por el Día de la Juventud en Caracas. Coello y Holdack son acusados de ser los “autores materiales” de los crímenes que están siendo imputados, en calidad de “autor intelectual”, contra el líder opositor y prisionero de conciencia Leopoldo López, algo que estaría dificultando la liberación de los estudiantes a pesar de la ausencia de pruebas contra ellos.
“Las violaciones sistemáticas contra los derechos humanos de los estudiantes venezolanos han mostrado al mundo los verdaderos colores de la trasnochada y autoritaria ‘revolución’ bolivariana”, dijo Garry Kasparov, presidente del Consejo Internacional de HRF. “Cualquier acto de tortura contra cualquier ser humano es deplorable, pero el mundo entero debe entender la gravedad de que en Venezuela se esté torturando a estudiantes por marchar y hacer mítines contra un gobierno autoritario que día a día se consolida como dictadura”, continuó Kasparov.
En contacto con HRF, la defensa y familiares de Coello (18) describieron en detalle algunos de los métodos utilizados por agentes policiales para lograr que el joven confiese delitos que no cometió. Entre otros actos de tortura, Coello fue desnudado, envuelto en una colchoneta de goma y luego golpeado repetidamente durante horas con objetos contundentes, como extintores, bates de béisbol y palos de golf; se le aplicaron descargas eléctricas en numerosas oportunidades; se le amenazó repetidas veces con ser ejecutado mientras se le ponía un revolver en la cabeza; y se le roció de gasolina completamente al tiempo que era amenazado con encendedores de que sería quemado vivo. Christian Holdack habría experimentado flagelos similares.
El gobierno venezolano acusa a Coello y Holdack de ser autores materiales de los hechos de violencia ocurridos en inmediaciones del Parque Carabobo —incluida la quema de patrullas policiales y destrozos en un edificio del ministerio público— que son los mismos por los que Leopoldo López se encuentra actualmente preso e imputado como autor intelectual. Sobre los tres pesan cargos por instigación a delinquir, agavillamiento, daños materiales e incendio. Coello y Holdack formaban parte de un grupo de dieciséis estudiantes que fueron inicialmente arrestados el 12 de febrero en el marco de las protestas estudiantiles que se desarrollaron durante esa jornada y que terminaron marcando el inicio de manifestaciones masivas contra el régimen de Nicolás Maduro. Seis jóvenes quedaron privados de libertad (conocidos como los 6 del 12F en los medios y redes sociales), pero posteriormente cuatro de ellos fueron liberados bajo medidas cautelares, por lo que Coello y Holdack son los únicos que permanecen detenidos hasta la fecha.
En días pasados, la familia de Marco Coello acudió una vez más a medios de prensa para denunciar que la salud mental del joven estudiante se encuentra seriamente afectada como consecuencia de los sufrimientos físicos y mentales que experimentó al momento de su arresto y durante la tortura. Según dos evaluaciones psiquiátricas de diagnóstico concurrente conducidas por entidades públicas y privadas, Coello presenta un cuadro agudo de estrés postraumático que incluyen una grave depresión con riesgo de suicidio.
“El gobierno venezolano sabe que si deja ir a estos chicos inocentes también tendría que dejar ir a Leopoldo López, así que prefiere tenerlos en la cárcel y torturarlos en procura de confesiones falsas. Esto debe parar. La jueza debe liberar a estos pobres muchachos inmediatamente en virtud de la total falta de pruebas contra ellos y de su precario estado de salud”, dijo Garry Kasparov. “Nos solidarizamos con las familias de estos jóvenes inocentes y reafirmamos nuestro compromiso de continuar documentando y denunciando los abusos del gobierno”, concluyó Kasparov.
La audiencia preliminar de Coello, Holdack y López ha sido pospuesta en dos oportunidades y al presente se encuentra fijada para el 2 de junio próximo. La defensa de Coello también comunicó a HRF que existen pruebas e indicios de importancia que eximen a Coello y Holdack de cualquier responsabilidad y que, a su vez, permitirían revelar la identidad de los verdaderos responsables de la quema de las patrullas policiales y los destrozos en el edificio del ministerio público. Sin embargo, también precisaron que hasta la fecha, tanto la fiscalía como los dos tribunales que vienen siendo asignados a este caso han optado por ignorar tales pruebas e indicios.
“Aunque el gobierno venezolano haya denunciado la Convención Americana sobre Derechos Humanos y piense denunciar todos los otros tratados que versan sobre la materia, la prohibición absoluta de la tortura y tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes es una norma imperativa de derecho internacional, de la cual ningún Estado puede escapar”, dijo Javier El-Hage, director jurídico de HRF. “El hecho de que esta práctica se venga produciendo de manera sistemática contra un conjunto de la población civil venezolana a causa de sus opiniones políticas, la convierte en un crimen de lesa humanidad punible bajo el Estatuto de Roma ”, dijo El-Hage.
HRF es una organización sin fines de lucro, independiente y apolítica, que promueve la defensa de los derechos humanos a escala mundial, con énfasis en sociedades cerradas. HRF centra su trabajo en los conceptos entrelazados de autodeterminación y libertad. Estos ideales encuentran su más alta expresión en la creencia de que todos los seres humanos tienen derecho a la libertad de expresión y de asociación con personas de ideas afines. Las personas que viven en una sociedad libre deben recibir el mismo trato y debido proceso de conformidad con la ley y deben tener, asimismo, la oportunidad de participar en los asuntos públicos de su país.
De la misma forma, los ideales de HRF están determinados por la convicción de que todos los seres humanos tienen el derecho a estar libres de detenciones o exilios arbitrarios, de esclavitud y tortura, y de la interferencia y coerción en asuntos de conciencia. El trabajo de HRF se funda en el principio de la no violencia. El Consejo Internacional de HRF está presidido por el activista por la democracia ruso Garry Kasparov y se encuentra conformado por prestigiosos activistas de derechos humanos, tales como George Ayittey, Vladimir Bukovsky, Palden Gyatso, Václav Havel [fallecido], Mutabar Tadjibaeva, Ramón J. Velásquez, Elie Wiesel y Harry Wu.
Nota de prensa