“Ordenamos a todas nuestras unidades cesar cualquier acción militar ofensiva contra las Fueras Armadas del Estado o la infraestructura económica, a partir de las 00:00 horas del martes 20 de mayo hasta las 24:00 horas del miércoles 28 de mayo”, dijo Catatumbo antes de iniciar una nueva jornada de pláticas de paz con la delegación del gobierno colombiano.
“La insurgencia no cree en el régimen electoral colombiano (…), sin embargo consideramos que un clamor nacional merece ser atendido”, expresó Catatumbo al explicar la decisión, agregando que “lo hacemos como luz de esperanza para un cese del fuego bilateral”.
Se trata de la tercera tregua que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla colombiana, decretan en forma unilateral desde que inició el proceso de paz con el gobierno en 2012 para acabar con un conflicto de medio siglo, y la primera que pactan ambos grupos rebeldes.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha manifestado su intención de iniciar negociaciones de paz con el gobierno.
La delegación de paz del gobierno, encabezada por Humberto de la Calle, no comentó ante la prensa el anuncio de la tregua.
Catatumbo dijo que la tregua fue acordada por los comandantes máximos de ambas guerrillas izquierdistas, Nicolás Rodríguez del ELN y Timoleón Jiménez de las ARC.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien busca un nuevo periodo de cuatro años en las elecciones del 25 de mayo, se ha negado a sumarse a las treguas unilaterales ordenadas por las FARC en noviembre de 2012 (60 días) y diciembre de 2013 (30 días), aduciendo que los rebeldes usarían un cese del fuego bilateral para fortalecerse militarmente.
“Hemos decretado ceses unilaterales de fuego y paradójicamente este generoso hecho ha originado el recrudecimiento de la ofensiva del régimen (…). Ya veremos si se modificará el lenguaje, las órdenes de los altos funcionarios y miembros de la cúpula militar o policial con relación a nuestro gesto”, dijo Catatumbo.
– Espinosa negociación –
Ante una consulta de la prensa, el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, negó que hubiese planes de interrumpir las conversaciones de paz. “Nosotros no sabemos nada de eso, realmente no sabemos nada de eso”, dijo.
“Estamos trabajando, es lo único que podemos decir, para lograr un acuerdo en torno al tema que se está debatiendo”, agregó.
Las FARC y el gobierno están negociando actualmente el espinoso tema de las drogas ilícitas, tras haber consensuado los dos primeros puntos de los seis de la agenda de paz: reforma rural y participación política.
Los temas pendientes son abandono de las armas, víctimas y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz que ponga fin a un conflicto armado de medio siglo que ha dejado unos 600.000 muertos y tres millones de desplazados.
Márquez también rechazó las acusaciones del candidato presidencial derechista Oscar Iván Zuluaga, quien achacó a las FARC un atentado que dejó a dos adolescentes muertos y herido a un policía en Tumaco (sur de Colombia) y llamó a Santos a “que se levante de inmediato de la mesa de negociaciones con las FARC en La Habana”, según medios colombianos.
Zuluaga, del partido del expresidente conservador Alvaro Uribe (2002-2010), se opone a las negociaciones de paz de La Habana.
“Hay cosas muy trascendentales como para hacer eco a informaciones de enemigos de la paz que sin ninguna base sólida difunden noticias de manera irresponsable”, señaló Márquez.
El actual ciclo de pláticas culminará el 22 de mayo, tres días antes de las elecciones.
AFP