Durante la madrugada de este martes, varias urbanizaciones volvieron a dormir entre gases lacrimógenos y perdigones. Al oeste de la ciudad, la urbanización Obelisco sufrió los efectos de la represión y, por el este, los vecinos de las calles Capanaparo, Lara y Madrid sintieron terror al socorrer a un grupo de estudiantes heridos, afectados, además, por el uso de un gas que califican de “diferente” de parte de la GNB, publica El Impulso.
Los habitantes de los edificios aledaños a la avenida Lara aseguraron sentir “quemaduras y picor” en la piel, lo cual, de acuerdo con sus relatos, “no suele ser síntoma de las lacrimógenas” que han sentido en otras ocasiones.
El testimonio se repite entre los residentes de la calle Capanaparo, alegan un “efecto más fuerte”, mientras los vecinos de residencias Tau afirmaron presentar mayor ardor en la piel al utilizar vinagre para contrarrestar el efecto. Incluso señalaron presentar “urticaria”, producto del uso excesivo de dichos gases.
Los habitantes de la avenida Lara dieron testimonio sobre los heridos de perdigón y un joven de aproximadamente 22 años, quien presentó desgarre muscular al recibir el impacto de perdigones.
En total, tres jóvenes con heridas leves fue el resultado de las protestas de este lunes en la noche. Todos fueron atendidos gracias a quienes colaboran con primeros auxilios.
Los vecinos explican que la GNB monitorea las zonas de protestas, “encienden las luces de la tanqueta y nos encandilan, los efectivos caminan entre las rejas y los árboles para disparar sin que uno los vea”, reveló una de las residentes de la calle Capanaparo, quien prefirió no revelar su nombre. Al oeste de Barquisimeto, el escenario no cambia.
Vecinos atemorizados se refirieron a la actuación de la GNB. “Hasta tres tanquetas han estado por la calle 54, cuando se producen los enfrentamientos”, contaron.
En el bloque varias familias resultaron asfixiadas. En general, hay mascotas, niños y abuelos con problemas respiratorios. Una parte de la comunidad entiende las protestas, pero otra considera que “esa no es la forma”. Ambas temen por los daños que puedan sufrir sus familiares y viviendas.
Además, en los dos sectores de la ciudad, se constató la presencia de la GNB. Efectivos y vehículos oficiales amanecieron estacionados en las calles conocidas por albergar focos de protesta.