Estos son los rostros de los milicianos que posaron para un retrato ante la cámara del fotógrafo de la agencia Reuters, Jorge Silva.
Portando banderas con el tricolor nacional, afiches de Chávez e imágenes del líder guerrillero Ernesto “Che” Guevara, los seguidores del oficialismo marcharon al ritmo de música festiva rumbo al palacio de gobierno en el centro de Caracas, donde se concentraban a la espera de que Nicolás Maduro pronunciara un discurso, reseñó Associated Press.
Entre los participantes de la marcha se destacaban los miembros de la “Milicia Nacional Bolivariana”, un cuerpo cuyo día nacional se celebra el domingo, quienes agitaban banderas rojas y gritaban “Chávez no murió, se multiplicó”.
Al paso de milicianos por la urbanización La Candelaria, cercana al palacio de gobierno, vecinos hicieron sonar cacerolas en señal de rechazo.
Pese al inicio de un diálogo entre el gobierno y la oposición, las protestas han continuado en Caracas y otras ciudades del país, la mayoría de ellas pacíficas.
El movimiento estudiantil, principal promotor de las manifestaciones, ratificó esta semana que independientemente del diálogo continuarán protestando “de manera pacífica, pero con contundencia”. Los estudiantes exigen respuestas a la crisis económica y social y la alta criminalidad, y piden respeto a los derechos de reunión, expresión y protesta.
Por su parte, el arzobispo de Caracas, el cardenal Jorge Urosa, exhortó a los venezolanos a desterrar “la violencia de sus corazones” e hizo votos para que el diálogo se concrete en asuntos “específicos” para resolver los conflictos del país.
“Pongamos nuestro corazón y esperanza en Dios para que nos conceda resolver nuestros conflictos en paz. En la mesa de diálogo por la paz hacemos votos para que se concreten cosas específicas. Pedimos a Dios porque ese diálogo sea positivo”, dijo Urosa durante la misa de Domingo de Ramos.
Sobre la participación del Vaticano en el proceso de diálogo expresó que los obispos venezolanos “esperemos que no sea solo como testigo, sino que puedan ayudar a que el diálogo se concrete”.
La cúpula de la Iglesia católica y el cardenal Urosa acusaron hace dos semanas al partido oficialista y al presidente de intentar imponer en Venezuela un sistema de gobierno de corte totalitario que sería, según ellos, el principal detonante de las protestas violentas que desde hace más de un mes tienen lugar en el país.
La primera reunión entre el mandatario y la oposición en la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) terminó la madrugada del viernes sin acuerdos concretos, alimentando las dudas de que el proceso impulsado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) pueda ayudar a solucionar la crisis del país.
La MUD designó un Equipo de Enlace y Seguimiento para el Diálogo, encargados de coordinar los encuentros, como los grupos de trabajo y cualquier contacto” con funcionarios del gobierno para abordar temas concretos de discusión.
El gobierno y la oposición continuarán el diálogo el 15 de abril.