El proyecto de la joven Ekaterina Trúsheva, que tiene tan solo 13 años, se llama nave galáctica Tierra. La idea de crear una nave intergaláctica nació cuando la joven se enteró de que algún día el Sol se tragará a nuestro planeta y fue entonces cuando decidió buscar la manera de salvar a la humanidad. El objetivo de la nave serán las expediciones científicas a otras galaxias en busca de vida.
La nave será construida en la órbita terrestre y no llevará al cosmos ninguna fuente de energía para reducir la masa y aumentar la velocidad. En cambio utilizará como combustible el medio ambiente interestelar, el cual en un 70% consiste de hidrógeno. El hidrógeno sería ‘captado’ por un embudo magnético, luego sería comprimido y calentado por reacción termonuclear, posteriormente se aceleraría y se lanzaría de nuevo al espacio interestelar, proporcionando de esta manera la velocidad necesaria.
Vía Rt.com