Medir la escasez de medicamentos que se vive en Venezuela es una tarea complicada, según voceros nacionales y regionales del gremio farmacéutico, ya que algunas medicinas desaparecen y aparecen en los anaqueles en lapsos que son inconstantes, reseña El Tiempo.
Lo que sí es seguro es que aún no se consigue “remedio” para la escasez de fármacos, por lo cual, con el paso de los meses se vuelve más complicado para algunos pacientes cumplir con sus tratamientos, debido a que las casas importadoras no están recibiendo las divisas que requieren para hacer los pedidos a los laboratorios internacionales que elaboran las drogas.
Así lo indicó la segunda vicepresidenta nacional de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven), Yolanda Carrasquel.
“En la actualidad hay más de 100 medicamentos de laboratorios específicos que no se encuentran en la mayoría de las farmacias del país”.
Sin embargo, aclaró que más de 70% de los fármacos escasos se pueden sustituir por genéricos u otros complementos que contengan sus principios activos.
“Hay médicos especialistas que con razón le indican a sus pacientes que deben tener un tratamiento directo con determinado medicamento. Por eso mucha gente se preocupa cuando no consigue lo que su doctor le recetó”.
Sostuvo que para considerar que un medicamento está escaso, debe tener al menos 30 días que no se distribuye.
“Hay casos críticos de escasez como el de la Nistatina en gotas, que se utiliza para tratar aftas (úlceras superficiales) de niños. Es un antimicótico y no se halla desde noviembre del año pasado”.
Agregó que otros fármacos como el Tegretol, cuyo genérico es Carbamazepina, tampoco están disponibles para el público.
“Ese medicamento es muy recomendado porque es de los mejores anticonvulsivos que existen en el mercado”.
Según la especialista, los proveedores de las medicinas no saben cuándo se puede disponer de nuevos cargamentos.
“Solo se tiene seguridad de que los trámites para traer la mercancía son cada vez más engorrosos”.
Otros fármacos
La vicepresidenta de Fefarven enumeró una serie de medicamentos que son declarados “escasos” por ese gremio en la actualidad.
“Sabemos que muchos antihipertensivos como el Cozaar están desaparecidos desde finales del año pasado”.
Sumó a la lista las vacunas de toxoide tetánico, el Valprom en suspensión y el Milpar, ya que no se venden de manera regular desde noviembre.
Aseguró que en octubre de 2013 fue cuando se comercializó por última vez el Metronidazol, que se toma para tratar síntomas de la amibiasis, la giardiasis y parásitos.
“El Ibuprofeno, que es un antiinflamatorio de uso frecuente para tratar el dolor de cabeza, no se vende desde diciembre”.
Agregó que el analgésico Brugesic y el Atamel en jarabe y gotas tampoco están disponible en los negocios del ramo.
Otros medicamentos que no necesitan prescripción, como Tachipirin en gotas, no se consiguen desde noviembre. Las madres le dan eso a sus hijos cuando presentan fiebre, producto del dengue.
“El descongestionante para la nariz, Nariclin, no lo hay desde octubre como tampoco el antibiótico Bencetazil”.
Indicó que la mayoría de los casos más graves de inexistencia en los anaqueles de las farmacias están relacionados con productos que combaten los problemas de tensión.
Otro tipo de pacientes, como las mujeres embarazadas, que no están precisamente enfermas, no están tomando el complejo vitamínico Natele debido a la crisis que vive la industria.