A través de un operativo a nivel nacional contra el tráfico de bebés a través de Internet, las autoridades chinas lograron rescatar a 382 recién nacidos y detuvo a más 1.000 personas que utilizaban la web para captar nuevos clientes.
Debido a los estrictos controles de natalidad que hay en el país, hay cierta preferencia por los hijos varones y se ha producido un notable incremento en la cantidad de abortos o abandonos de niñas. Éste desequilibrio creó una importante demanda de bebés.
Es frecuente el secuestro o compra de bebés: por un lado, los varones se destinan para “apoyo de padres ancianos y herederos del apellido”, mientras que las nenas son destinadas a convertirse en “novias” que reciban buenas dotes en regiones poco pobladas.
Cabe destacar que en éste país, con más de 1.400 millones de habitantes, un médico fue condenado a muerte luego de ser hallado culpable de vender a siete recién nacidos a los traficantes de personas.