A los aficionados a las barbacoas este estudio no les va a gustar, pero es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores de la facultad de medicina de Icahn en el Monte Sinaí de Nueva York (EEUU) y cuyos resultados han sido publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Reseña Muy Interesante
Para llegar a esta resolución los científicos supervisaron la salud cognitiva de ratones de laboratorio que consumieron alimentos con altos niveles de productos finales de glicación avanzada (PGA) que se asocian con el empeoramiento de estas dos enfermedades; es decir, comieron sobre todo carne roja cocinada a la brasa/parrilla. El estudio se probó también con adultos sanos de más de 60 años durante un período de nueve meses, a los que dividieron en dos grupos: un grupo con bajos niveles de PGA y el otro con niveles altos.
Los resultados de ambos experimentos determinaron que los sujetos con altos niveles de PGA en la sangre desarrollaron deterioro cognitivo y demostraron signos de resistencia a la insulina, confirmando así que la ingesta de carnes a la brasa o carnes a la parrilla puede aumentar el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y la diabetes. Los individuos con bajos niveles de AGE en la sangre permanecieron sanos.
Los investigadores ahondan en que no sólo es la carga glucémica de los alimentos la que provoca el aumento del riesgo de estas enfermedades, sino también la forma en la que se cocinan. Así pues, las carnes procesadas por calor se convierten en una amenaza para la salud del ser humano. Para solucionar este problema los investigadores aconsejan dejar de lado las barbacoas y volver a cocinar los alimentos a la antigua, con menos calor y más presencia de agua.
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