Lapatilla
Miguel Cabrera, no quiso esperar mucho y la tarde del lunes se reportó al campo de entrenamiento de Tigres de Detroit en la población de Lakeland, Florida.
“El Caballo” llegó repentinamente en su camioneta, según el diario Detroit News. Al estacionarse en su puesto de costumbre, “Miggy” entró al clubhouse de los bengalíes y de una vez comenzó a realizar actividades de béisbol en el terreno.
“Vamos hacerlo”, fueron las primeras palabras del aragüeño en su casillero. Atrás había quedado la amarga postemporada en que Detroit no pudo con las Medias Rojas de Boston y se quedaron fuera en la Serie de Campeonato.
El ahora inicialista de los Tigres mostró un buen semblante. Definitivamente listo para la acción en este 2014, luego de ser operado en octubre, de un desgarre abdominal.
“Estoy bien. Quiero estar listo (para el opening day)”, comentó antes de ir a la jaula de bateo.
Con sed de triunfo. Cabrera llegó al complejo de Detroit con una sola meta: quedar campeón.
Más de 10 años han pasado desde que el criollo saboreó las mieles del éxito cuando levantó el trofeo de la Serie Mundial en 2003, con los entonces Marlins de Florida. Ahora quiere repetir ese momento con el equipo en donde quiere retirarse, según sus palabras hace un año.
El criollo, comenzó a batear en su primer día en los campos de entrenamientos, sin embargo, se irá a su casa el viernes y regresará el lunes cuando el resto de los jugadores de posición se incorporen oficialmente al Spring Training.
“Cabrerita” podría disputar su primer juego de primavera en dos semanas, cuando el jueves 26 de febrero los Tigres de Detroit se midan a los Bravos de Atlanta. Lo que significará el retorno del “Triple Coronado” a un partido, desde la postemporada 2013.