Venezuela y Colombia acordaron hoy intercambiar información para identificar a los venezolanos que viajan al país vecino para obtener el cupo de divisas preferenciales con la tarjeta de crédito sin comprar ningún bien, así como a los comerciantes colombianos que se prestan para ello. EFE
“Se intercambiará información sobre las transacciones efectuadas a través de los puntos de venta en establecimientos comerciales colombianos”, dijo el canciller de Venezuela, Elías Jaua, en una declaración pública tras firmar una batería de acuerdos con su par colombiana, María Ángela Holguín, en el estado fronterizo venezolano de Zulia.
Jaua explicó que se identificará “tanto al usuario venezolano que con su tarjeta de crédito no adquiere ningún bien sino que obtiene divisas utilizando la tarjeta, como al comerciante colombiano que sin ser autorizado por sus autoridades a ser un agente cambiario está realizando una actividad que no le corresponde”.
Jaua y Holguín se reunieron hoy para activar un nuevo plan contra el contrabando a lo largo de la frontera y que incluyó la firma de otros acuerdos sobre seguridad económica y social que afectan a las dos naciones.
El canciller Jaua llamó a los venezolanos a combatir “el llamado raspado de tarjetas” y señaló que este también es un tema “moral”.
En Venezuela rige desde 2003 un sistema de control de cambios que impide el libre acceso a la divisa extranjera. El Estado monopoliza la distribución y asignación de dólares a través de organismos creados para este fin, con base en un engorroso sistema administrativo y bajo una serie de supuestos, entre los que se cuentan, los viajes al exterior.
La enorme diferencia que hay entre el valor del dólar oficial (6,3 bolívares) y el ilegal paralelo, que puede ser más de diez veces ese precio, ha hecho que aumenten de manera exponencial los casos de personas que fingen viajar al exterior para obtener divisas que después revenden.
El alza del dólar paralelo también ha hecho proliferar entre los venezolanos que viajan al exterior la práctica del “raspado”, que consiste en llevar tarjetas de crédito para, tras el pago de una comisión, hacerse de dólares al cambio oficial de 6,3 bolívares y revenderlos de vuelta al país en el mercado ilegal.
El Gobierno de Nicolás Maduro ha puesto en marcha una serie de medidas para erradicar esta práctica incluyendo una revaluación completa de los montos que reciben los venezolanos cuando viajan al exterior.