El portugués Cristiano Ronaldo asegura que ha cometido errores en el pasado, que no es una persona perfecta, pero señala que con los años ha aprendido y que ahora la gente le comprende cada vez mejor. EFE
“No soy prefecto, soy un ser humano, de carne y hueso. Lloro, río, tengo mis problemas. Cuando he dicho algo inconveniente he pedido perdón. Con el tiempo aprendo de mis errores”, afirma el portugués del Real Madrid en una entrevista que hoy publica la revista ‘France Football’.
Entre los errores que reconoce destaca haber dicho que la gente le tenía envidia porque es “joven, guapo y rico”.
“Hablaba después de un partido en el que no marqué. Varias cosas pueden explicar que diga cosas que después no me gustan”, asegura.
“Tengo la impresión de que el público me comprende mejor, que se da cuenta de que trabajo mucho. Prefiero que hablen de lo que pasa en el campo que de lo que pasa fuera”, señala.
El futbolista, que concedió la entrevista con motivo de su Balón de Oro, señala que le costó mucho asumir los insultos de los aficionados de los equipos rivales, pero asegura que ahora lo lleva mejor.
Ronaldo señala llevar una vida “bastante rutinaria” y dice que evita los lugares públicos para preservar a su familia.
“A veces es difícil tener una vida normal, pero esto acostumbrado a vivir así. Cuando haya terminado mi carrera ya tendré tiempo de disfrutar más. Ahora no es sencillo”, dijo.
El futbolista asegura que prefiere ir a lugares tranquilos, a restaurantes donde puede tener una mesa apartada del resto.
“Trato de controlar mi vida privada lo más posible. Ya disfrutaré de todas esas cosas más adelante, cuando aparezca otro Cristiano Ronaldo”, señala.
“Trabajo por las mañanas, descanso por las tardes y me acuesto lo antes posible para estar bien al día siguiente”, indica.
Tras llevar a su hijo a la escuela, el futbolista efectúa tres horas de entrenamiento, come con su madre, recoge a su hijo y, juntos, echan una siesta.
Ronaldo afirma que hace muchas cosas que le gustan a su hijo, con el que trata de compartir el mayor tiempo posible, por ejemplo, en la piscina.
Le gusta pasear por Madrid, sigue un curso de inglés para no perder un idioma que aprendió en su paso por el Manchester United, escucha música y le gusta nadar.
Afirma que le gusta ir a cenar a restaurantes y viajar, “para desengrasar un poco la cabeza del trabajo”.
Ronaldo señala que las lágrimas que dejó escapar en la ceremonia del Balón de Oro fueron “sinceras”, fruto de “la emoción” porque no se esperaba ganar el premio.
El jugador reconoce que concede mucha importancia al Balón de Oro, pero asegura que son más importantes los trofeos colectivos que puede ganar con su club.
“Pero si no me lo hubieran dado, seguiría siendo el mismo”, señala.
El hecho de estar en los últimos años entre los mejores de forma constante es “una prueba de profesionalismo, trabajo y competitividad”, asegura.
Haberlo logrado supone también “un alivio”, tras haberse quedado a las puertas en las últimas ediciones, pero Ronaldo dijo vivirlo también “como una motivación”.
“No me voy a dormir en los laureles. Tanto con el Madrid como con Portugal quiero todavía más. El Balón de Oro no es un fin, aunque todos los jugadores sueñan con él”, dice.