El alto valor de las nueces en California ha atraído a una nueva clase de ladrones que las roban por toneladas, un hecho que hace recordar el hurto de ganado de la época del Lejano Oeste.
Durante la actual temporada de cultivo en Central Valley, unos ladrones rompieron una cerca y se robaron 400.000 dólares en nueces. Un conductor con una licencia falsa se apoderó ilegalmente de 100.000 dólares en almendras. El conductor de un camión articulado que salió de una finca sin llenar un solo documento sustrajo pistaches por 100.000 dólares.
La mayor demanda interna y la expansión del mercado asiático han generado un auge en los huertos de nueces en el corazón agrícola del estado. Los robos de este tipo se han vuelto tan comunes que el sector formó recientemente un grupo de trabajo para diseñar medidas que mantengan a raya a los ladrones.
“El Lejano Oeste sigue vivo en ciertos aspectos”, dijo Danielle Oliver, del California Farm Bureau. “Siempre hay alguien tratando de ganar dinero fácil aprovechándose del trabajo duro de alguien más”.
California produce más almendras y pistaches que cualquier país. Solo China produce más nueces, cuyo precio casi se ha triplicado en los últimos cinco años a 4,4 dólares por kilo (dos dólares por libra), de acuerdo con el California Walnut Board.
El Departamento de Agricultura federal reportó que en 2012, los cultivos de almendra en el estado estaban valuados en 5.000 millones de dólares al año, los de pistaches en más de 1.000 millones, y los de nuez más de 1.500 millones.
“Todo mundo quiere cultivar nueces porque es como la fiebre del oro de la década de 1850”, dijo Kevin Fondse, productor de almendras de Ripon.
Tal frenesí también generó delincuencia.
En un incidente, el conductor desempleado Francisco Javier López Martínez dijo que fue contratado en octubre por un hombre que le dio una licencia apócrifa y le pidió que recogiera 19 toneladas (43.000 libras) de almendras en la planta de procesamiento Sunnygem.
Un agente de una compañía transportadora informó a la policía que algo andaba mal. Martínez, quien fue detenido, dijo a la policía que lo contrataron para llevar la carga a una dirección específica en Los Angeles, estacionar el vehículo e irse.
La empresa que lo contrató resultó ser falsa. El logotipo de la compañía estaba simplemente pegado al costado del camión y las placas de este eran robadas.
Las autoridades dicen que este tipo de robo de identidad industrial se ha vuelto más complicado. A menudo participan falsificadores que proveen documentos de seguro y números de registro falsos.
“Hay muchos niveles de personas involucradas en un delito complejo”, dijo el detective Matt Clakins, de la policía del condado Butte. “Esta es una empresa delictiva organizada. No son una o dos personas actuando solas”. AP