Los bebés concebidos a través de terapias de reproducción asistida, incluyendo la fertilización in vitro, corren un mayor riesgo de morir en el parto que aquellos concebidos naturalmente, según un estudio divulgado en Australia.
El estudio realizado por el Instituto Robinson de la Universidad de Adelaida también halló que estos bebés tienen el doble de posibilidades de morir en los primeros 28 días de nacimiento y de nacer de forma prematura, mientras que la posibilidad de tener un peso por debajo de lo normal se triplica.
Estas observaciones se desprenden del análisis de 300.000 nacimientos, entre ellos 4.300 alumbramientos de bebés a través de varias técnicas de reproducción asistida, ocurridos en el estado de Australia del Sur en los últimos 17 años, informó la cadena australiana ABC.
El jefe de la investigación, Michael Davies, explicó que el estudio se centró en analizar factores perinatales como el peso al nacer, la gestación y la muerte fetal, y después en compararlos entre sí con todas las tecnologías utilizadas actualmente en las clínicas de reproducción asistida.
El científico alertó que las mujeres que utilizan medicamentos para inducir la ovulación, como parte de los tratamientos de fertilidad, pueden correr el riesgo de tener una pérdida fetal.
“Lo que notamos en este grupo de mujeres es que a veces sus bebés, al menos en los casos de partos únicos, están seriamente comprometidos en lo que se refiere al resultado perinatal. Sus infantes eran 250 gramos más ligeros”, manifestó Davies.
“Además afrontan casi siete veces más el riesgo en el raro pero catastrófico resultado de tener una pérdida fetal o una muerte neonatal”, agregó el científico. EFE