El dirigente político Pablo Medina, en compañía de José García Urquiola, secretario general de Democracia Renovadora, Pedro Véliz, Presidente del Bandera Roja y el abogado Marcos Cardozo, hicieron entrega este martes a monseñor Diego Padrón, Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana de un documento ante lo que definieron como, “La más grave situación de violencia y anarquía que haya vivido el país y el poco interés que tiene el Gobierno nacional en hacer frente a esta tragedia nacional”. Nota de Prensa
Destacó Pablo Medina, “Venezuela vive un infierno. A nombre de un grupo de venezolanos queremos llamar la atención sobre los graves problemas del país, en especial cuando el Papa Francisco habla de la fe y de la verdad. Urge en el país hacer una cruzada por la verdad porque la política del Estado es del secreto y la oscuridad”.
Aseguró que entre los elementos que a su juicio sostienen esta tesis, se encuentran el que aun no se conoce la partida de defunción, la autopsia, el testamento y la verdadera ubicación del cuerpo del ex Presidente Hugo Chávez, así como tampoco la partida de nacimiento del Presidente Nicolás Maduro. “Hacemos entrega de este documento ante la Conferencia Episcopal por considerar a este órgano como un receptáculo moral, social, religioso y espiritual de buena parte de la población”.
“Comenzamos el año 2014 con una deuda moral, política y social que se acrecienta con los casi 600 muertos del pasado mes de diciembre y ahora, con el terrible crimen que conmueve a la sociedad venezolana de la artista Mónica Spear y su esposo. Hay todo un baño de sangre por parte de la delincuencia armada y protegida por el Estado. Esto es algo que tiene que acabar cuanto antes”, señaló.
Agregó, “El drama de esta situación es que el régimen no está dispuesto a poner un freno por más que se le hagan llamados políticos, democráticos o espirituales. Es una situación muy complicada cuando el propio Ministro de relaciones interiores, mientras pontifica sobre la seguridad en Venezuela, tiene una acusación reciente, por el Tribunal internacional de La Haya, por haber participado en crímenes de lesa humanidad”.
Instó a la Conferencia Episcopal a que proponga la creación de una comisión de la verdad como primer paso en la búsqueda de una paz duradera. “Si este gobierno, otorga la libertad a los presos políticos y refugiados, sería la oportunidad para ir a un diálogo verdadero Simonovis es inocente porque el autor material e intelectual de los acontecimientos del 11 de abril de 2002, que fue Hugo Chávez, murió.
A continuación, el documento entregado a la Conferencia Episcopal Venezolana:
Caracas, 07/01/14
Ciudadano: Monseñor Diego Padrón
Presidente Conferencia Episcopal Venezolana
Y demás miembros que la Integran
Su despacho.-Estimados representantes de la Iglesia Católica, asumiendo como enseñanza una de las frases del Papa Francisco “El hombre tiene necesidad de conocimiento, tiene necesidad de verdad, porque sin ella no puede subsistir, no va adelante. La fe, sin verdad, no salva, no da seguridad a nuestros pasos”; referida a la reflexión, al conocimiento y la verdad del contenido que posee la Palabra de Dios, pero también como guía hacia la búsqueda de la verdad acerca de los hechos que nos acontecen en la sociedad, hoy nos estimula a enviarles esta carta.
Venezuela en la actualidad más que nunca se halla ávida de verdad, por cuanto ha caído en manos de unos farsantes que utilizan la mentira como bandera, empezando porque en nuestro país existe un régimen ilegítimo y en quien lo preside recaen muchas evidencias de no ser venezolano para ocupar el cargo que ostenta.
La alta dirigencia del gobierno, sin ningún átomo de vergüenza o de arrepentimiento utiliza la mentira y el secreto como política de Estado, para ocultar e imponer intereses contrarios a nuestra Nación, lo cual empuja hacia una crisis político- económico y social de grandes proporciones, cuyo futuro presagia una obscura nube de episodios. En consecuencia para enfrentar esos eventos que han de venir, nos hallamos en el deber ciudadano de iniciar una Cruzada por la Verdad.
Es inaudito que a un año de la desaparición física del ex -presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el Tte/Cnel (EJB.) Hugo Rafael Chávez Frías, los venezolanos todavía no conozcamos: el acta de defunción y su testamento, así como la incógnita que representa el sitio donde se hallan sepultados los restos mortales del ex -mandatario.
Una verdad obligada es que Nicolás Maduro Moros demuestre con documentos verdaderos su nacionalidad venezolana y despeje dudas de evidencias arrojadas en investigaciones hechas por profesionales del derecho, historiadores y diputados. El despeje de esta desconocida nacionalidad es una exigencia constitucional, así como de la sociedad democrática e incluyendo a seguidores del proyecto político del fallecido presidente y de la institución Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) garantes de la integridad territorial por mandato de nuestra Carta Magna, cuya oficialidad nacionalista siente una profunda preocupación por temas que están directamente relacionados como: El Golfo de Venezuela y El Esequibo venezolano.
Asimismo el gobierno mantiene en completo hermetismo el porcentaje de inflación del mes de noviembre 2013 que afecta a la colectividad. Es de suma gravedad la crisis sociopolítica la cual va asociada a una crisis moral, donde se violan sin piedad los Derechos Humanos como es el caso del comisario Iván Simonovis y los otros presos políticos. También nos encontramos la flagrante violación de los Derechos Contractuales de los trabajadores y la criminal escasez de alimentos y medicinas. Para salir de esta circunstancia donde han metido al país los farsantes del ilegítimo régimen, como demócratas que somos estamos destinados a izar la bandera de fe, verdad y libertad, en esta cruzada propuesta, la cual conlleva el compromiso de liberar a Venezuela y enrumbarla por senderos democráticos y de prosperidad social.
El exhorto que hacemos es porque los órganos del Poder Público cedieron su autonomía y no pueden dar respuesta sobre las interrogantes planteadas anteriormente. De allí que acudimos, en el marco de esta Asamblea Plenaria de los Obispos a que evalúen esos temas que son de interés nacional y contribuir con un cambio democrático y constitucional que nos traiga la paz del país.