El dueño de un local norteamericano de comida rápida hizo a sus empleados un desagradable regalo de Navidad: los veinte trabajadores –que habían protestado por sus bajos sueldos– fueron despedidos con tan solo un día de aviso. RT
Una semana antes de Navidad en el local de sándwiches Snarf, en Chicago (EE.UU.), no se veía un alma: la administración del comedor, en pleno domingo, envió un correo electrónico a todos sus empleados para informarlos de su despido.
Debido al “aumento de la competencia” el director de operaciones del local decidió que la mejor manera de ganar fuerza en el sector de la venta de sándwiches en Chicago era decir a sus veinte trabajadores con un día de aviso: “¡Feliz Navidad! Están despedidos”.