– Lo abrocharás correctamente. La manera correcta de hacerlo es abrocharlo por la espalda a 45 grados. Veintitantos
– Cuidarás sus tirantes. Si los estiras en repetidas ocasiones con el paso del tiempo provocarás que los tirantes pierdan elasticidad y no proporcionen un soporte adecuado.
-Recordarás su fecha de caducidad. Para que sus funciones sea al cien por ciento lo dejarás de usar al cabo de 6 meses, si se daña antes es momento de decirle adiós.
– Comprarás uno deportivo. Los sostenes deportivos son caros ya que están diseñados para darte soporte y comodidad mientras te ejercitas. Ahorra y compra uno para mitigar el impacto que tiene el ejercicio en tus senos.
– Lo desabrochrás durante el día. Con el paso de las horas comenzamos a hincharnos por las hormonas y la retención de líquidos, es necesario darle un respiro a tus senos desabrochando un broche para que se amplie el espacio.
– Eligirás la talla correcta. Si no usas la talla correcta corres el riesgo de que aparezcan los molestos y delatores gorditos de la espalda, además de provocar, a largo plazo, lesiones de espalda y en las mamas por falta de un soporte adecuado.
– Lo guardarás correctamente. Destina un cajón para tu lencería y guardalos extendidos, no los hagas bolas porque la forma se perderá más rápido.
– Lo lavarás a mano. Es una prenda para una de las zonas más delicadas de nuestro cuerpo por lo que requiere cuidados similares si queremos que se mantenga en buen estado por más tiempo.
– No dormirás con él. Debes dejar respirar y descansar tus senos por las noches, la presión ejercida por el brassier no permite la circulación correcta.
– Comprarás los más sexis. Aunque pueda parecer que los bras de abuelita son más cómodos, busca aquellos cuyo diseño sea súper sensual. Tu autoestima depende de ello, si te sientes bien en todos los aspectos lo reflejarás.