Un avión estadounidense fue alcanzado por disparos mientras realizaba tareas de evacuación en Sudán del Sur, junto a otras tres aeronaves americanas y ugandesas, según el diario ugandés “New Visión”.
Soldados ugandeses se han desplegado en Yuba, después de que así lo haya solicitado el Gobierno sursudanés para garantizar la seguridad en la capital, apuntaron fuentes que prefieren guardar el anonimato, según el diario local. Las tropas están ayudando a asegurar el aeropuerto y a asistir la evacuación de civiles ugandeses desde Yuba.
En Bor, la capital del estado de Jonglei, fueron atacadas cuatro aeronaves, dos helicópteros de la compañía estadounidense Bell Aircraft Corporation y otros tantos Mi-24 ugandeses, cuando evacuaban a civiles.
El avión que fue alcanzado durante el ataque, de propiedad estadounidense, tuvo que volver a la base por una fuga de fuel, pero no colisionó, según las mismas fuentes. Dos estadounidenses fueron alcanzados por los disparos y fueron trasladados al hospital para recibir tratamiento.
Durante el día de ayer, las Fuerzas de Defensa ugandesas (UPDF) evacuaron un grupo de civiles ugandeses debido a la escalada de violencia en Sudán del Sur. Los ciudadanos ugandeses fueron trasladados desde la capital del país, Yuba, hasta el aeropuerto internacional de Entebbe, cerca de Kampala.
En estos días se ha producido, además, una escalada de la violencia étnica entre las tribus Dinka, a la que pertenece Kir, y Lou Nuer, de la que es miembro el ex vicepresidente Riak Mashar, que ha afectado incluso a sedes de la ONU.
La base de la misión de Naciones Unidas para Sudán del Sur (UNMISS) en Akobo, en el estado de Jonglei, fue atacada por rebeldes Lou Nuer hace dos días, lo que causó la muerte a dos cascos azules indios y a veinte civiles del clan Dinka que se habían refugiado en el lugar.
Los rebeldes han avanzado en Jonglei, cuya capital tomaron el miércoles por la noche, y en el estado de Unidad, donde la situación todavía es confusa y se desconoce qué bando controla la capital, Bentiu, y algunos yacimientos petroleros.
EFE