1. Olvida el pasado y el futuro, pero no olvides el presente. Vive el ‘aquí y ahora’, justo donde surgen las oportunidades para ser feliz. Muchas veces nos quedamos atrapados en el pasado, añorando lo que tuvimos, lo felices que fuimos; o por el contrario, estamos esperando a que termine el año para ponernos nuevas metas para tener aquello que tanto anhelamos y nos quedamos esperando el futuro. Ten presente que el tiempo perfecto para ser feliz está en el presente, como un obsequio contínuo para ser feliz. Recuerda y repítete esto, ‘no tienes nada que buscar, ni nada que añorar y mucho menos que esperar’, es ahora el momento ideal para sentirte feliz y bendecido. Solo en base a eso construirás un maravilloso futuro y una lista de magníficos recuerdos.
2. Deja de resistirte al cambio. A veces nos quejamos por las cosas que tenemos y las que no tenemos; y nos sentimos molestos e inconformes, desde la pasividad. Si no estás conforme haz algo, no te quedes quito (a). Aferrarse a lo seguro no siempre es la mejor decisión en la vida. Puede que sientas miedo a lo nuevo u que la comodidad te haga resistirte a permanecer en el mismo lugar, en el mismo puesto u con la misma persona. Recuerda que si existe algo que nunca cambiará es precisamente el cambio. Si quieres que tu vida sea mejor, haz algo distinto a todo aquello que haces o has intentado.
3. Alto al auto saboteo. Ya dicen por ahí que no existe peor enemigo que uno mismo. Aunque no lo creas, los pensamientos negativos pueden contribuir a una nefasta realidad. Si todo el tiempo estás quejándote, lamentándote de lo que no tienes pues tu realidad es esa. Las personas felices asumen que la felicidad no es eterna y asumen las dificultades o las penas, pero jamás se quedan atrapadas en eso. Asumen el dolor, no se resisten a la tristeza y solo ven esta fase como una etapa que pasará y cambiará, pues saben que algo nuevo y bueno llegará a sus vidas. Ese pensamiento tiene un efecto poderoso en su vida ¡Inténtalo!
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