Con el Cucuteño al frente del gobierno y el nefasto trío de la economía (Giordani, Merentes y Damírez) el futuro luce oscuro, más aún, tenebroso. Ni un haz de luz para iluminar el camino aparece en sus continuas intervenciones. El propio Felipe Pérez, ex-ministro de comienzos de gobierno, pidió encarcelarlos por las consecuencias de sus políticas criminales y hambreadoras. El neófito de Merentes prometió la más alta inflación del mundo para el próximo año, el imbécil de Damírez pidió 50 años para “enderezar la economía” y Giordani es mejor que no hable.
De parte del Cucuteño, todo ha quedado en promesas. Primero la supuesta compra de 600 millones de dólares en alimentos a Colombia. Después la oferta de “compras masivas”. Sin embargo, los anaqueles siguen vacíos. Él solo atiende las demandas de los militares (aumentos de sueldo, prebendas, cargos, candidaturas, licencia para robar, etc). Su tránsito por los cuarteles con los pantalones por los tobillos abochorna hasta a sus más conspicuos aliados internos. Afortunadamente la justicia divina ha llegado y así como no se encuentra leche, aceite, harina pan, azúcar y papel tualet, tampoco se encuentra vaselina por lo que su postura ante los militares tendrá al menos dolorosas consecuencias.
No hay duda. ?La vaselina es el lubricante que sostiene al gobierno, ha comenzado a escasear.