Para Natalia López Barrios, de 14 años, era más importante el tener novio que conservar su vida. La joven, al regresar de la escuela y discutir con su padre por la restricción de no dejarla tener novio, se encerró en su habitación y no fue hasta las 8.00 de la noche del martes que su madre, al tratar de dialogar con ella, la consiguió colgada de una lámpara, publica La Verdad.
Yaslenis Barrios, madre de la víctima, sentada frente a la fachada de la morgue forense contó una historia, que le hacía desgarrar el alma. “Era mi única hija, hembra. Tengo un hijo de 16 años, un adolescente, pero ella era mi niña consentida”.
Natalia, a las 12.00 de la tarde, se fue contenta “como siempre” a su escuela Ender Ávila de La Sierrita, del municipio Mara, donde cursaba cuarto año de bachillerato. A su salida, a las 5.00 de la tarde, caminando llegó hasta su vivienda, situada en el sector Las Lomas.
Abrió la puerta principal y se encontró con su padre, quien presuntamente enseguida le comenzó a reclamar por tener a escondidas un noviecito. A la adolescente, quien estaba feliz por cumplir, el próximo 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe sus 15 primaveras, se le borró la sonrisa.
La occisa, luego de discutir con su progenitor, se dio vuelta y se encerró en su cuarto. No pensó en nada más, sino en quitarse la vida. Antes de que su madre tocara la puerta para decirle que saliera a cenar en la cocina, tomó una de sus sábanas y la sujetó de la lámpara que colgaba de su techo. Luego pasó por su cuello un entrelazado que la dejó sin aire. Se asfixió.