Hace poco más de 10 años, la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos aprobó el uso de la toxina botulínica tipo A (bótox) para uso cosmético. Sus resultados están a la vista y sus aplicaciones se han diversificado tanto, que hoy se está hablando del Hair Botox (BTX)… aunque, en realidad, de bótox solo tiene la intención, pero no el contenido.
Según el estilista español Adrien Palma, es un tratamiento que está por encima de la queratina y que consiste en un cóctel de vitaminas (B6, D, pantenol), aminoácidos y proteínas, que pretende ser útil “para hidratar el cabello y devolverle los nutrientes que ha perdido con el paso del tiempo, las mechas, los tintes, el cloro, los tratamientos agresivos, la utilización de secadores y planchas, la polución, la exposición al sol etc.”.
Un antiarrugas… de pelo
El BTX Hair puede ser usado en todo tipo de cabellos. Quienes lo han probado, afirman que reduce el volumen y el encrespamiento en las melenas con ondas grandes; agranda el rizo en los cabellos rizados, aumenta el cuerpo y volumen del pelo débil y fino, y facilita el peinado de las que lo tienen lacio.
Como el bótox, su aplicación es sencilla y el tratamiento capilar con este concentrado vitamínico se realiza en una única sesión y su precio aproximado es de 40 euros (unos 700 pesos).
Y también como el bótox, la duración de sus resultados regeneradores es limitada, no más de dos o tres meses, pero para prolongarlos los estilistas aconsejan un truco sencillo y barato: el uso de champús suaves y de PH neutro, como por ejemplo los infantiles, que no son agresivos con el cabello.
Más allá de sus efectos, la ventaja es que su contenido se compone únicamente de ingredientes naturales, por lo que no existen efectos secundarios indeseados.