Como consecuencia de la tranca en la localidad de El Callao, el municipio Gran Sabana, el más distante hacia el extremo suroriental venezolano, permanecía hasta el cierre de esta edición sin combustible y con fallas en el servicio de autobuses. La Troncal 10 es la única conexión terrestre de esta frontera con el resto del país.
Ayer, en ninguna de las dos estaciones de servicio disponibles en la capital municipal se vendió gasolina y diesel; en ambas permanecieron las cadenas de cierre y el personal de turno se limitó a informar a los usuarios no poder atenderlos hasta que se solvente la contingencia.
El Terminal de Pasajeros de Santa Elena de Uairén también permanecía desierto, sin embargo, algunos operadores confiaban en que los manifestantes dejaran pasar a las unidades de transporte colectivo y que éstas pudieran circular de regreso sin mayores dificultades.
Con las reservas
Johnny Morales, tutor político del Frente Francisco de Miranda (FFM), organización que administra ambas estaciones de suministro de combustible, explicó que el día lunes racionaron la venta a 30 litros por vehículo con la finalidad de mantener las reservas, pero ayer se vieron obligados a cerrar pues no recibieron las cisternas correspondientes a los pedidos de rutina.
Explicó que, mientras tanto, atienden a las ambulancias, que con frecuencia se ven en la necesidad de realizar traslados hacia Ciudad Guayana y Bolívar o hacia Boa Vista, capital del estado brasilero de Roraima, fronterizo con Venezuela; también atienden a los turistas, que no puedan postergar su viaje y a aquellos camiones que transportan alimentos perecederos.
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