El presidente Juan Manuel Santos aseguró el domingo que de concretarse la paz con las FARC no habrá borrón y cuenta nueva, y anunció que su gobierno también está muy cerca de iniciar conversaciones de paz con el también rebelde ELN.
“Impunidad (con las FARC) como la que tratan algunos de sugerir, no. No habrá borrón y cuenta nueva. Ni total amnistía. Ni total indulto”, sostuvo el mandatario en una entrevista publicada en la edición dominical del diario bogotano El Tiempo.
Desde fines del año pasado el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) adelantan en Cuba un proceso que busca poner fin a casi 50 años de hostilidades entre las partes.
Algunas organizaciones no gubernamentales y opositores al proceso de paz sostienen, sin embargo, que el texto de una ley impulsada por el gobierno de Santos el año pasado, el llamado Marco Jurídico para la Paz –la base legal de la negociación con la guerrilla–, fue redactado para que los máximos comandantes de las FARC eventualmente queden por fuera de cualquier responsabilidad por sus presuntos crímenes y para que por éstos sólo sean procesados eventualmente los “máximos responsables” o los autores directos de tales delitos.
Los voceros de las FARC en Cuba han insinuado que, de lograrse la paz, en sus planes no está ir a prisión.
En la misma entrevista en mención, el jefe de Estado dijo estar optimista con los diálogos de paz “porque veo que hay voluntad. Pero, sobre todo, las FARC no tienen alternativa diferente a firmar la paz. Los avances que hemos logrado me demuestran que hemos tomado la decisión correcta de iniciar este proceso”.
Santos, que está a un año de terminar su gobierno, aunque podría ser elegido para otros cuatro años, indicó que uno de sus grandes propósitos para lo que le queda de mandato es “terminar la negociación de La Habana, para finalizar el conflicto armado” en Colombia.
En su concepto, las conversaciones en Cuba “van bien, con altibajos normales en procesos tan complejos”. Criticó “que van demasiado lentas”.
A la pregunta de qué va a pasar con los integrantes de las FARC en el evento de que se consiga la paz, el gobernante respondió: “Tenemos que reintegrarlos a la sociedad. Hacer un gran esfuerzo para que esas personas tengan una nueva y mejor oportunidad en la vida”.
En otra entrevista con el también diario bogotano El Espectador, el presidente aseguró que “las FARC nos han engañado muchas veces, pero yo creo que este proceso, por la seriedad con que se ha llevado, nos puede, por primera vez, conducir a unos acuerdos que le pongan fin al conflicto”.
“A las víctimas (las FARC) les tendrán que dar la cara”, recalcó Santos, quien no descartó “que alguna delegación de víctimas pueda compartir sus inquietudes con la mesa de negociación en el momento que se considere adecuado”.
Las víctimas de las FARC, sobre todos secuestrados y familiares de éstos de los que no se volvió a tener noticia, han exigido con insistencia que se les permita viajar a Cuba y que algunos de sus delegados puedan ser escuchados en la mesa de conversación.
Sobre el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país después de las FARC, Santos aseguró a El Tiempo que “estamos muy cerca de comenzar esas negociaciones” y reconoció que ya hay contactos para tal propósito.
Pero el gobernante insistió, como lo ha hecho en ocasiones anteriores, que la iniciación de un proceso de paz con el ELN está supeditada a la liberación de un canadiense que desde enero pasado está en poder del mencionado grupo alzado en armas.
Incluso afirmó que si el ELN libera al canadiense, y a otros secuestrados que están en su poder, “inmediatamente” su gobierno iniciaría un proceso de conversaciones.
El ELN dijo el lunes que está próxima la liberación del canadiense Gernot Wober, quien fue retenido en un campamento de una mina de oro en enero en una zona rural del municipio de Norosí, departamento de Bolívar y a unos 435 kilómetros al norte de Bogotá.
El ELN, con unos 2.000 integrantes en sus filas, según cifras del gobierno, liberó en febrero a dos peruanos y tres colombianos que también habían sido secuestrados junto al canadiense, que es vicepresidente de exploración de la multinacional canadiense Braeval Mining Corp, con sede en Toronto.
Santos, un economista y periodista que está próximo a cumplir 62 años, se posesionó como presidente por cuatro años en agosto de 2010. AP