Un escritorio serio debe tener los elementos adecuados. Por eso te traemos esta guía rápida sobre los elementos que debes tener en tu espacio de trabajo y cómo debes organizarlo para que así diga solo lo mejor de ti:
Una lámpara
Este es un elemento casi imprescindible, pero que pocos toman en cuenta. La iluminación es un factor clave para mantenerte motivado en un ambiente de estudio o de trabajo; una opción distinta a las frías y soporíferas luces LED del techo de casi todas las oficinas, puede ser una pequeña lámpara de escritorio con luz ámbar y cálida. Bueno para tu vista… y también para tu alma.
Una pila de cosas (notas y documentos) en ejecución
Una pequeña (mantenla pequeña) lista de cosas por resolver en el tiempo inmediato, incluso para el día a día. La clave es que sea algo visualmente persistente que no vayas a pasar por alto. Puedes postergar una tarea por un momento, pero siempre debe estar en tu línea de acción inmediata (tareas cotidianas más que proyectos a largo plazo).
Una pila de cosas (notas y documentos) cuya existencia quisieras ignorar
Allí están organizadas todas esas cosas con las que no quieres lidiar en el presente inmediato, pero que algún día sabes que deberás enfrentar. Son los permanentes “pendientes” (proyectos a largo plazo más que tareas cotidianas ).
Un poco de (des)orden
Algunos estudios demuestran que un escritorio desordenado es una señal de que, quien lo habita, es una persona ocupada y con una mente activa e inteligente, mientras que un espacio extremadamente limpio y ordenado demuestra que no tienes mucho por/para hacer. Otros estudios demuestran exactamente lo contrario.
No importa cuál tenga la razón. Hay personas cuyo orden es el desorden. Lo importantes es evitar el caos, ese que le haría pensar a tu jefe que puedes perder documentos importantes que, por tanto, nunca más te delegarán.
Fotos personales
Eso les recuerda a las otras personas que tú eres alguien con una vida fuera de la oficina, y también te recuerda a ti que todo el trabajo que haces tiene un sentido, un propósito.
El número máximo de fotos que puedes tener son dos, no más. Nunca debes salir en ellas. Nunca.
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