Un niño de seis años murió y otros cinco también de corta edad resultaron heridos al explotar un proyectil de mortero con el que jugaban en la zona tribal de Bajaur, en el noroeste de Pakistán, dijeron hoy a Efe fuentes oficiales.
“Los pequeños encontraron la bomba y la llevaron a casa pensando que podía ser un juguete. Allí el proyectil explotó y acabó con la vida de uno de los niños”, explicó un funcionario de la administración local de Bajaur.
El suceso ocurrió ayer a última hora del día en el área de Nisarabad Kausar y las víctimas fueron trasladadas al hospital de Khar, la capital de Bajaur, donde los heridos siguen internados para tratar sus múltiples heridas, según el diario local Dawn.
Bajaur forma parte del cinturón tribal fronterizo con Afganistán y donde son constantes las escaramuzas entre las fuerzas de seguridad y diversas redes yihadistas, miembros de Al Qaeda y facciones talibanes, tanto paquistaníes como afganas.