Medios internacionales registran con asombro y tristeza un caso más de violencia contra los niños en China. Una mujer enterró más de 90 veces unas tijeras en el cuerpo de su bebé de ocho meses, hecho que se suma a otros episodios terribles de maltrato y sevicia.
El mundo todavía recuerda con angustia noticias trágicas que se volvieron virales en internet, como el caso de la niña que es atropellada varias veces en una calle mientras que quienes pasan solo observan y como si se tratara de “basura” simplemente siguen su paso, hasta tal punto que un transeúnte se limita a apartar el cuerpo hacia el andén para que “no estorbe”, pero no pide ayuda.
Otro caso aún más reciente logró conmocionar el planeta. La noticia que se regó en pocas horas en todos los medios internacionales contaba el caso de una madre que arrojó por el sanitario a su bebé recién nacido, quien quedó atrapado en la tubería hasta que logró ser rescatado luego de más de una hora de intentos.
El nuevo episodio de crueldad sucedió en Xuzhou, en la provincia de Jiangsu en China. Xiao Bao, un bebé de tan solo ocho meses fue apuñalado 90 veces, la mayoría de ellas en su cara, por haberle mordido el seno a su madre mientras ella lo amamantaba.
El niño vive con su madre y dos tíos que se dedican al reciclaje y fue precisamente uno de ellos quien lo encontró tirado en el patio de la casa en lo que él reconoció como una “piscina de sangre”. Al ver la escena, el hombre de inmediato llevó al indefenso niño a un hospital.
Xiao Bao logró salvarse del brutal ataque pues ninguna de las heridas comprometió de manera fatal alguno de sus órganos, sin embargo, requirío de más de 100 puntos en el proceso de curación.
Horas después de lo sucedido la madre confesó el ataque. Vecinos y autoridades locales solicitaron apartar al niño de su madre, pero sus tíos dicen que ellos se harán cargo de él y no permitirán más agresiones.
Hasta el momento no hay indicios de que la madre presente algún trastorno mental, aunque en China hay una tendencia cada vez mayor en sus habitantes a presentar problemas mentales y no someterse a algún tipo de tratamiento y otra tendencia al parecer aún mayor a cometer agresiones sin piedad en contra de los niños. /Panorama