El hallazgo este año de una antigua ciudad maya bautizada como Chactún se suma a los alrededor de 80 espacios que componen el mapa arqueológico de una región maya poco conocida en el estado mexicano de Campeche, indicó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Para el doctor Ivan Sprajc, quien encabeza el proyecto Reconocimiento Arqueológico en el Sureste de Campeche, y Nikolai Grube, epigrafista del mismo, hace aproximadamente 15 años esta región era, desde el punto de vista arqueológico, una de las menos conocidas del área maya.
Los trabajos, apoyados desde sus inicios en 1996 por INAH, han logrado reducir estas lagunas de información sobre esta zona, en el sureste de México.
Aunque ubicada en el corazón del territorio en que floreció una de las más interesantes civilizaciones, los conocimientos acerca de esta vasta parte de las Tierras Bajas centrales “eran incomparablemente más pobres que los que se tenían de regiones vecinas como el Petén guatemalteco y el noroeste de Belice”, señalan Sprajc y Grube.
Fue en la última temporada de campo del proyecto en que fue descubierta recientemente Chactún, al norte de la Reserva de la Biosfera de Calakmul. Este centro logró abarcar más de 22 hectáreas en tiempos prehispánicos, señaló el INAH.
Pero Chactún no es el único centro mayor registrado dentro del proyecto. También se encuentran Altamira, Altar de los Reyes, Balakbal, Champerico, Dos Aguadas, El Gallinero, El Palmar, La Muñeca, Los Alacranes, Los Ángeles, Mucaancah, Oxpemul, Uxul y Yaxnohcah, entre otros.
A ellos ha sido posible llegar mediante la revisión de fotografías aéreas a escala 1:20.000, y en casos como Uxul, gracias a los reportes hechos públicos en 1943 por Karl Ruppert y John Denison Jr. La ubicación de los lugares detectados por estos arqueólogos había quedado olvidada.
Buena parte de los sitios ahora mapeados nunca fueron registrados. La espesura de la selva actúa como camuflaje de montículos prehispánicos de dimensiones variadas, que para los extraños no son más que lomas, indicó el INAH.
“La arquitectura monumental de todos los espacios urbanos en el área de reconocimiento incluye una combinación de estructuras piramidales con funciones predominantemente religiosas, y construcciones de configuración más compleja y variada que pueden calificarse de edificios administrativos y residencias de alto rango”, explican los especialistas.
El mapa arqueológico del sureste de Campeche que se ha ido conformando incluye hasta el momento alrededor de 80 espacios: 18 centros mayores y un número similar de sitios medianos, poco más de una decena de centros menores y el resto pequeños.
Por su tipología y cantidad, los tiestos de cerámica hallados en estos antiguos centros de poder y áreas habitacionales son indicadores de periodos de ocupación. En términos generales, ésta empezó siglos antes de nuestra era, pero el número de asentamientos creció de forma importante a lo largo del periodo Clásico, entre 250 y 900 d.C.
Con base en las similitudes arquitectónicas, Sprajc, del Centro de Investigaciones Científicas de la Academia Eslovena de Ciencias y Artes, sugiere que el sureste de Campeche estuvo vinculado con el Petén desde siglos antes de nuestra era, una fuerte relación que continuó en el Clásico. EFE