Un cohete ruso Proton-M que transportaba tres satélites del sistema de navegación Glonass estalló en el aire este martes poco después de su lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, y provocó una gran nube tóxica.
El cohete, cuyo lanzamiento fue transmitido en directo por la Agencia espacial rusa (Roskosmos) y la cadena de televisión pública Rossia 24, cambió de trayectoria 16 segundos después de su despegue a las 02H38 GMT porque “sus motores dejaron de funcionar”, según un comunicado de Roskosmos.
El cohete explotó casi inmediatamente, cayendo a unos 2,5 km del lugar de lanzamiento, según la misma fuente.
Según una fuente de Baikonur citada por la agencia Interfax se formó un cráter de entre 150 y 200 metros de diámetro en el lugar donde cayó el cohete.
“Parece que ese lanzamiento terminará en catástrofe”, comentó el presentador de Rossia 24, justo antes de que el cohete explotara.
“Según las primeras informaciones, el accidente no causó víctimas ni daños”, subrayó Roskosmos. Pero provocó una “fuga de combustible”, indicó por su parte la agencia espacial de Kazajistán (Kazkosmos).
El lanzador transportaba unas 600 toneladas de combustible, según el jefe de Kazkosmos, Talgat Musabaiev, citado por Interfax, que provocaron “una nube de humo provocada por la combustión”.
Funcionarios kazajos indicaron que la humareda podía ser un peligro para la población local.
Los habitantes de varias ciudades en los alrededores del cosmódromo recibieron instrucciones de permanecer en sus casas y no abrir las ventanas, indicó a la AFP una portavoz del ministerio kazajo de Situaciones de Urgencia, Kristina Mokhamed.
Una parte del personal de Baikonur fue evacuado a causa de esa “nube tóxica”, afirmó por su parte una fuente en el cosmódromo, citado por Interfax.
El director del centro Khrunitchev, que diseñó los cohetes Proton, restó importancia a los riesgos de contaminación tóxica provocada por este accidente.
“Llovía cuando ocurrió la explosión. Eso va a reducir considerablemente la zona de contaminación. Actualmente […] la nube casi se ha dispersado”, dijo Alexandre Seliverstov, que asistió al lanzamiento en Baikonur, según la agencia pública rusa Ria Novosti.
Una comisión especial encabezada por el jefe de Roskosmos, Alexandre Lopatin, fue creada para investigar la catástrofe.
El portavoz del Kremlin indicó que el presidente Vladimir Putin fue informado del accidente pero que era muy pronto para sacar conclusiones.
El ministro kazajo de Situaciones de Urgencia, Vladimir Bojko, declaró en un consejo de ministros que según las primeras informaciones el accidente fue provocado por el daño de un motor del primer piso del cohete.
En los últimos años Rusia ha tenido varios problemas en los lanzamientos de satélites y de vehículos de transporte hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).
En diciembre de 2010, tres satélites Glonass lanzados con un cohete Proton cayeron al Pacífico a causa del exceso de carburante en el lanzador.
El sistema Glonass es un sistema de geolocalización que quiere competir con el GPS estadounidense y el futuro sistema europeo Galileo.
AFP