En las relaciones sexuales, las mujeres experimentan diversos cambios psíquicos y fisiológicos. Estos cambios están divididos en distintas etapas, que llevan a una mujer al orgasmo.
La suma de las sensaciones ocasionadas por la estimulación de zonas erógenas, permite a una mujer pasar a través de todas las etapas del placer sexual, las cuales se identifican como:
1. Etapa del deseo. Ocurre a nivel mental y no tiene trascendencia física evidente. Se caracteriza por el fantaseo con temas relacionados con el sexo y aparece cuando el grado de excitabilidad neurofisiológica, los sentimientos y sensaciones conducen a algún tipo de impulso que origina la apetencia o necesidad de buscar placer sexual.
2. Etapa de la excitación. Se produce como consecuencia de la estimulación psíquica y/o física. Si el nivel de deseo es elevado, la excitación es más rápida e intensa; si es bajo el deseo, la excitación puede no ser suficiente como para que se siga desarrollando el ciclo.
3. Etapa de la meseta. Se mantienen e incrementan los niveles de excitación sexual, predisponiendo a la persona para el orgasmo.
4. Etapa del orgasmo. Cuando la excitación llega a su punto álgido se desencadena el orgasmo. A nivel psíquico se produce característicamente la caída brusca de la tensión psicológica sexual y a nivel físico, contracciones rítmicas de la musculatura perineal y de los órganos reproductores.
5. Etapa de resolución. Se llega a ella después del orgasmo y se caracteriza a nivel físico por la detumescencia genital y el retorno del organismo al estado previo, a nivel psíquico se obtiene una peculiar sensación de bienestar y relajación general.
Asimismo, se presentan algunos otros cambios durante estas etapas del placer sexual, los cuales son descritos en el siguiente cuadro: