Pero , atención: semejante esfuerzo es inútil. Ellos miran… ¡Los labios! O por lo menos esa es la conclusión a la que llegó un grupo de científicos de la Universidad de Manchester que se dedicó a investigar el movimiento de los ojos de más de medio centenar de individuos al mirar caras de mujeres.
Para los investigadores, es en ese punto donde más tiempo se los hombres se detienen: si las bocas están pintadas, los varones dedican 7 segundos a contemplarlas, mientras que su mirada se posa solo 0,9 segundos en los ojos y 0,8 segundos en el peinado.
El tamaño importa
Pero no todos los labios generan el mismo efecto y, a instancias de seducir, parece que cuanto más gruesos mejor resultan. Michael Cunningham, de la Universidad de Louisville, se dedicó a analizar esta cuestión y llegó a una conclusión: las bocas más grandes y voluminosas les gustan mucho más a los hombres que la pequeñas y finitas. A diferencia de esto, a las mujeres nos gustan los muchachos con labios “viriles”, esto es de tamaño medio y con una equilibrada mezcla de aspereza y sensualidad.