Además de enfrentar a la recién formada Fuerza Aérea de la oposición y tener que cuidarse de ex funcionarios estadounidenses que le esperan en esquinas oscuras para inocularle alguna enfermedad, Nicolás Maduro también debe lidiar con las operaciones de sabotaje del imperialismo que hacen estallar refinerías y utilizan Twitter para coordinar ataques a clínicas cubanas, publica El Nuevo Herald.
Antonio Maria Delgado
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Aparentemente no hay mal en Venezuela que no haya sido causado por la oposición, o al menos así lo quiere hacer ver los altos portavoces de la “revolución bolivariana” en su desesperado intento por forjar la unidad dentro de sus filas, dijeron analistas.
Se trata de un creciente listado de acusaciones que hacen levantar más de una ceja en la comunidad internacional, al develar grados de paranoia aún mayores a las del fallecido presidente Hugo Chávez.
Pero algunos analistas dijeron que quienes lanzan las acusaciones saben que son falsas, y que las mentiras forman parte de una desesperada estrategia por crear unidad dentro de las filas del chavismo, en momentos en que el régimen de Maduro se ve arrinconado por señales de un mayor descontento popular.
El reportaje completo en El Nuevo Herald