Los reformistas y la prensa iraní saludaron el domingo la victoria presidencial del clérigo moderado Hasan Rohani, que pone fin a ocho años de gobierno conservador, pero tendrá que enfrentar importantes desafíos económicos y diplomáticos.
Este domingo, Rusia, aliado de Irán, felicitó la victoria de Rohani y pidió estrechar los vínculos entre los dos países. Además varias monarquías árabes del Golfo esperan con el nuevo presidente iraní mejorar las relaciones. También el Hezbolá chiita libanés estimó que el sucesor de Mahmud Ahmadinejad traía “esperanza”.
A nivel interno, los Guardianes de la Revolución, el ejército de elite del régimen, dijeron en un comunicado estar “dispuestos a cooperar totalmente con el próximo gobierno en el marco de sus misiones previstas por la ley”. Bajo las órdenes directas del Guía Supremo Alí Jamenei, los Guardianes lograron obtener los últimos años un poder económico con el que Rohani deberá lidiar.
La prensa reformista iraní exultaba este domingo. “El sol de la moderación se levantó”, anunciaba el periódico reformista Arman mientras que Etemad evocaba “el saludo de Irán al jeque de la esperanza”. La prensa conservadora prefería saludar la confianza de la República Islámica expresada por los electores, que votaron masivamente.
Y la prensa ya comenzaba a especular sobre la composición del gobierno. El nuevo presidente asumirá el 3 de agosto. El sábado por la noche Rohani se reunió con el presidente del Parlamento, Alí Larijani, para discutir sobre la composición de su gabinete, que debe ser aprobado por los diputados, indicó la página internet del Parlamento.
Rohani, un religioso moderado de 64 años, sorprendió el sábado al imponerse en la primera vuelta electoral con 50,68% de los votos. Esta victoria marca el regreso de los moderados y los reformistas al gobierno.
Rohani, ex jefe de negociadores para el tema nuclear entre 2003 y 2005, se vio beneficiado por la unión de los moderados y reformistas y por una importante movilización de electores. La tasa de participación alcanzó 72,7%.
“Irán organizó la elección más democrática del mundo”, se felicitó el ex presidente moderado Akbar Hachemi Rafsandjani, en respuesta a las críticas del relator especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Irán, Ahmed Shaheed, según las cuales estos comicios no fueron “libres”.
El sábado por la noche la juventud de Teherán que festejaba la victoria de Rohani espera “una nueva era para Irán” que podría así “recuperar su prestigio” luego de varios años de aislamiento internacional y una crisis económica profunda provocada por las sanciones internacionales.
Las potencias occidentales y la ONU impusieron sanciones a Irán para obligarlo a cesar sus actividades nucleares. El resultado fue un alza del desempleo, una inflación superior al 30% y una depreciación del rial de casi 70%.
La primera repercusión en la economía de la elección de Rohani fue la apreciación del rial de 10% el sábado por una horas.
El presidente electo prometió durante su campaña una política más flexible frente a las grandes potencias para aliviar las sanciones, aunque pidió a las potencias occidentales que “reconozcan los derechos de la República Islámica” en materia nuclear. AFP