Sueldos de los maestros se “derriten” ante la inflación y devaluación

Sueldos de los maestros se “derriten” ante la inflación y devaluación

Las medidas económicas aplicadas por el Ejecutivo nacional repercuten en la calidad de vida de los educadores y los profesionales de Nueva Esparta no son la excepción. Orlando Alzuru, presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), durante una visita al estado manifestó que “el magisterio venezolano a traviesa por la peor crisis de su historia”.
El magisterio ya padece el efecto negativo de la inflación y la devaluación. elsoldemargarita.com.ve / Karla Marval Esteves

(foto elsoldemargarita.com.ve)

Según preciso el presidente de la FVM, el salario real de los educadores, por debajo de 2.000 bolívares, apenas alcanza para comer. El déficit para cubrir la canasta alimentaria se eleva cada día y la diferencia, en promedio, es de Bs 3 mil.
Esta realidad, que perjudica a algo más de 500 profesionales de la educación en el país, alarma a la FVM y aunque han manifestado la necesidad de realizar un ajuste de salarios antes de la discusión del contrato colectivo, en 2014, el Ministerio para la Educación no ha emitido respuesta alguna.

Según los cálculos establecidos por la FVM, el aumento para los maestros debe ser mayor de 50% para que compense la devaluación y  así estos profesionales que se encargan de formar y educar a los venezolanos tengan oportunidad de mejorar su calidad de vida.





El clamor del sector educativo se escucha en cada escuela donde los maestros dependientes del Ministerio deben hacer maromas para completar el salario y saldar deudas.

En el caso regional, Celis Rodríguez, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros Nueva Esparta, expresa preocupación porque en la actualidad, luego de la devaluación de 46,5%, el sueldo real de un docente tipo I se sitúa en Bs 1.856,22, monto inaceptable para el grado de responsabilidad y compromiso de este profesional.

Para ambos educadores, resulta ilógica la realidad de los profesionales de la educación. En un país donde se habla de educación de calidad, de excelencia académica, las metas no se logran porque, a juicio de Alzuru, las infraestructuras están dañadas y los maestros mal pagados.

El hecho de que los profesionales deban salir a la calle a realizar otras actividades para completar el salario genera desapego de la labor y falta de interés de los bachilleres para convertirse en maestros. “El docente le debe entregar al alumno”, concluyó Alzuru.
Según lo establecido en la Constitución de Venezuela y en las leyes que amparan la labor educativa, las políticas de Estado deben estar enmarcadas en proporcionar educación de calidad, objetivo que no se está cumpliendo.

Desde febrero, la FVM solicitó al Ministerio de Educación una audiencia para discutir el ajuste salarial, antes de la nueva contratación colectiva, y la única respuesta que les han ofrecido es la invitación para  hablar del plan de salud de HCM.

Pese a que Alzuru aplaude este acercamiento y también luchará para dejar de lado la oferta de una póliza de 50 mil bolívares, y proponer que sea de Bs 100 mil, espera que la visita al ministerio abra paso al tema salarial porque de lo contrario tendrán que “declarar al magisterio en pobreza extrema”.