El sistema operativo portuario y aduanero de los terminales marítimos de uso comercial del país presenta paralización técnica. Las importaciones de las empresas privadas se han reducido de forma importante, llegan muy pocos buques y el movimiento de volumen de carga es ínfimo, aseguró Eduardo Quintana, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Vargas.
DULCE MARÍA RODRÍGUEZ/ El Nacional
Las pequeñas empresas de agentes de aduana están trabajando en horario reducido y se organizan para soportar la caída de sus operaciones por el descenso de compras en el extranjero. En la medida en que no se produzca un cambio en las políticas económicas y las aduaneras se consuman los pasivos podrían verse obligados a cerrar, señaló Quintana.
Durante el primer trimestre del año mermó el trabajo de los operadores portuarios debido a la casi paralización de las importaciones del sector privado tras la desaparición en febrero del Sistema de Transacciones en Moneda Extranjera, que le ha imposibilitado a la mayoría de los importadores el acceso a las divisas para comprar mercancía fuera de las fronteras.
El mecanismo alternativo creado por el Gobierno, el Sistema Complementario de Asignación de Divisas, basado en un esquema de subastas, no es una opción viable, no ofrece seguridad en la obtención de los recursos, indicó el vocero de la Cámara de Comercio.
El daño que ha causado en las importaciones la eliminación del Sitme es cuantioso. Los importadores tienen que cuidar su credibilidad ante los proveedores internacionales a través del pago oportuno de los compromisos contraídos, pues “perder credibilidad es perder el crédito”, afirmó la fuente.
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