El Gobierno portugués decidió cancelar “definitivamente” la privatización de los astilleros de Viana do Castelo y anunció que acometerán en breve la prevista construcción de dos buques asfalteros para Venezuela.
La decisión del Ejecutivo luso se produce tres meses después de que la Comisión Europea anunciase la apertura de una investigación para analizar si se cumplieron o no las reglas comunitarias en las “numerosas medidas de apoyo público” que recibió el astillero, valoradas en unos 180 millones de euros entre 2006 y 2011.
Las dudas de las autoridades europeas de competencia provocaron la suspensión del concurso público abierto para la venta de esas instalaciones, las mayores de la construcción naval en Portugal.
El concurso de venta ya se encontraba en su tramo final y sólo competían los rusos de “JSC River Sea Industrial Trading”.
El Gobierno portugués anunció esa privatización hace poco más de un año debido sobre todo a la elevada deuda que acumula la compañía, valorada en cerca 270 millones de euros y los compromisos de reducción del sector público acordados en el rescate financiero luso.
El primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, recordó entonces que la severa crisis que vive el país y sus esfuerzos por recortar el gasto público impedían “garantizar nuevas inyecciones de capital” necesarias para la viabilidad de la empresa, adscrita a un consorcio de compañías estatales del sector de la Defensa en Portugal.
“El Gobierno ha trabajado en un modelo alternativo a la privatización, de acuerdo con las pretensiones de la Unión Europea”, detalló hoy en rueda de prensa el ministro de Defensa, José Pedro Aguiar-Branco.
El titular de Defensa precisó que se lanzará un concurso público internacional para vender el navío Atlántida, un transbordador con capacidad para 750 pasajeros y 150 vehículos que fue acabado hace más de tres años pero cuya venta -pactada con el Gobierno regional de las Azores- acabó por no ejecutarse debido a diferencias contractuales.
Asimismo, aseguró que los astilleros de Viana do Castelo, al norte del país y con capacidad de construcción civil y militar, empezarán próximamente a construir los dos buques asfalteros que fueron negociados con el Gobierno de Venezuela en 2010.
Ese contrato, con la petrolera estatal venezolana PDVSA, se firmó durante la última visita a Portugal del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, que anunció entonces la compra de los dos nuevos barcos, con un valor total estimado en 128 millones de euros.
Representantes de los trabajadores del astillero mostraron su satisfacción por la decisión del Ejecutivo y subrayaron que su principal prioridad es ahora garantizar que se mantendrán todos los puestos de trabajo en sus instalaciones, que emplean cerca de 600 personas. EFE