Unos 5,5 millones de personas en Siria, más de una cuarta parte de la población del país, necesita ayuda humanitaria para su supervivencia tras dos años de conflicto armado, revelaron hoy las agencias de socorro de la ONU.
De esas víctimas de violencia, alrededor de 3,6 millones son desplazados internos, lo que supone un millón adicional de personas que se han visto forzadas a abandonar sus localidades de origen con respecto a la cifra que manejaban hasta hace pocas semanas distintas organizaciones de ayuda.
A pesar de que las necesidades son inmensas, “la asistencia sólo está llegando a una fracción de los que la necesitan”, dijo el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Adrian Edwards.
Además de las víctimas de la guerra civil dentro de Siria están los 1,1 millones de refugiados sirios que han huido, en su gran mayoría, a los países vecinos.
Según las estimaciones realizadas hasta el pasado fin de semana, Líbano acoge a 376.000 refugiados sirios, Jordania a unos 370.000, Turquía a 261.000 e Irak a 118.000, mientras que hasta Egipto han llegado 45.000 y otros 8.000 se encuentran en distintos países del norte de África.
El portavoz confirmó que el Gobierno de Jordania ha decidido cerrar uno de sus principales puestos fronterizos con Siria debido a que en esa zona se han producido enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes en los dos últimos días.
Sin embargo, Edwards aseguró que los refugiados “están cruzando por otros lugares”, tras precisar que sólo anoche 1.644 llegaron a Jordania.
También un portavoz de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), Jumbe Omari, corroboró que pese al cierre de la frontera se sigue permitiendo la entrada de sirios a Jordania y dijo que, según la información recibida esta mañana de su personal en el terreno, 1.624 llegaron en las primeras horas de hoy.
Por otra parte, el ACNUR reiteró su llamamiento a todas las partes del conflicto para que garanticen el desplazamiento seguro de los convoyes con ayuda humanitaria para la población siria, tras revelar que últimamente varios de ellos han sufrido retraso o sido cancelados por la inseguridad.
Precisó que desde principios de este año, cuatro convoyes -el último, la semana pasada-, han llegado al norte de Siria, cuyo control está en gran parte en manos de los grupos opositores y adonde la ayuda humanitaria tiene grandes problemas para llegar.
El régimen de Bachar Al Asad no autoriza a que la ayuda humanitaria provenga de la vecina Turquía, lo que sería más rápido y eficaz. Por el contrario, obliga a que la ayuda humanitaria salga del interior de Siria hasta esa zona, lo que implica un trayecto largo, difícil y peligroso. EFE