La Organización de las Naciones Unidas evacuará a la mitad de sus 100 empleados extranjeros que trabajan en Siria debido al creciente peligro que corren debido a la violencia en ese país, informaron diplomáticos este lunes.
AFP
La oficina con sede en Damasco del emisario de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, será cerrada y desplazada a El Cairo o a Líbano, precisaron esos diplomáticos a la AFP antes de que se produzca un anuncio oficial sobre el tema.
“La ONU nos ha explicado que ésto estaba vinculado a los crecientes riegos que se corren en Damasco”, dijo uno de los diplomáticos acreditados en la ONU, quien solicitó el anonimato. “Hubo atentados suicidas y un cierto número de ataques muy cerca de la misión de la ONU”, añadió.
Sin embargo, esto fue más tarde confirmado por el portavoz de la ONU Martin Nesirky, quien dijo que el empeoramiento de las condiciones de seguridad obligan a la retirada de la mitad de los 100 funcionarios extranjeros, que serán parte de una “reubicación temporal”. Un puñado también se trasladará a otras ciudades sirias, como Homs.
Todos los 800 empleados sirios restantes han recibido instrucción de trabajar desde su casa hasta que la seguridad mejore, agregó Nesirky ante periodistas.
La ONU cumple una importante misión humanitaria en Siria, cuyo objetivo es alimentar y ayudar a más de dos millones de sirios atrapados en los combates que enfrentan desde hace dos años al régimen de Bashar al Asad con rebeldes que reclaman que deje el poder.
El trabajo de distribución de alimentos es llevado a cabo en su mayor parte por empleados sirios o por miembros de la Media Luna Roja siria.
Disparos de mortero cayeron sobre el hotel Damasco utilizado por los trabajadores de la ONU, sostuvo Nesirky.
“Ayer y hoy varios disparos de mortero cayeron en las proximidades y en los jardines del hotel en Damasco que aloja al personal de la ONU”, dijo Nesirky.
Los tiros de morteros causaron daños al edificio y a algunos vehículos, entre ellos un vehículo de la ONU, agregó.
Otras bombas suicidas y ataques han golpeado cerca de edificios con personal de la ONU, mientras Damasco se convierte en un campo de batalla clave en la guerra entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes de la oposición, dijeron diplomáticos.
“Estas medidas solamente fueron tomadas por motivos de seguridad. Las Naciones Unidas se mantienen activas y con el cometido de ayudar a los sirios en su búsqueda de una salida política”, subrayó Nesirky.
Desde su inicio, hace dos años, el conflicto en Siria ha dejado más de 70.000 muertos, según la ONU.