El zuliano, de 17 años, ganó un premio para estudiar cinco años en el Conservatorio Superior de París. Emmanuel es violonchelista. Esa es su pasión y el instrumento de cuerdas lo cautivó desde que tenía ocho años. Dice que gracias a eso es que ha llegado a donde está en estos momentos. Así lo destaca el diario La Verdad.
Hennel Huerta
En Francia funciona el mejor instituto cultural del mundo, el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París. Es el sueño de todo joven que ve en las artes el futuro de su vida. No es fácil entrar ahí, nunca antes un zuliano había alcanzado el privilegio de estudiar en sus instalaciones, hasta que Emmanuel Acurero hizo historia. El marabino de 17 años ganó un premio para enriquecer sus conocimientos durante cinco años y lo hizo superando tres rondas en donde participaron 85 personas. Orgulloso, cuenta a La Verdad cómo fue el instante en el que escuchó su nombre.
“Me nombraron de primero, gracias a mi apellido, pero aún así me emocioné demasiado. Fue un camino muy difícil. Pasamos por tres pruebas: la primera duró tres días, la segunda dos días y la tercera dos minutos. Esa fue la más complicada, pues debíamos mostrar la habilidad a partir de una pieza escrita para el concurso. Al final, el resultado me hizo merecedor del beneficio junto con otros siete chicos y yo soy el único venezolano. Me siento muy afortunado”.
Su pasión, el violonchelo
Emmanuel es violonchelista. Esa es su pasión y el instrumento de cuerdas lo cautivó desde que tenía ocho años. Dice que gracias a eso es que ha llegado a donde está en estos momentos. “La oportunidad de entrar en el conservatorio superior no hubiese llegado a mi vida si no fuera por este conservatorio (el de Maracaibo) y por mis profesores, a quien tanto tengo que agradecerles”. Se nota una emoción en su tono de voz cuando nombra a Asdrúbal Castillo, su maestro; Wílliam Molina, maestro de la Academia Latinoamericana de Violonchelo, y Rubén Cova, director de la Orquesta Rafael Urdaneta.
El joven también recuerda al secretario de Cultura, Giovanny Villalobos, al general Martínez y a Antonio Mucchela. “Gracias a ellos tuve mi propio violonchelo y los boletos para viajar en busca de mis sueños. En realidad esto es un trabajo de mucha gente. Solo no podía”. Acurero admite que en su mete siempre estuvo la inquietud de estudiar en París. “Lo veo hecho realidad y me alegro, es fantástico, es una maravilla… El nivel de educación musical en Francia es muy alto, es otra cosa. Voy dispuesto a aprender”.
Orgullo para su familia
El músico recibió la noticia en tierras extranjeras el 5 de febrero y llegó a su ciudad el pasado viernes, solo para organizar ciertas cosas pendientes, como terminar sus estudios en la Alianza Francesa de Maracaibo y así poder cumplir con los requisitos en la academia y dominar perfectamente el idioma francés. Pronto tendrá que despedirse de sus padres. Es hijo único, por lo que sus familiares se sienten “inmensamente felices”, aunque posiblemente no lo vean hasta el 2018. “Todavía no hemos definido cómo será. Sin embargo, imagino que podré venir en fechas especiales o días feriados”.
Cómo lo conoció
Emmanuel Acurero conoció el violonchelo cuando apenas era un niño. Él quería estudiar piano, pero ya no quedaban cupos en el Conservatorio José Luis Paz, así que entró en el otro curso. “No conocía el instrumento y cuando lo empecé a estudiar me cautivó. Era algo nuevo para mí y cada día me enamoraba más. Hoy es mi gran pasión”.
“Emmanuel es el fiel ejemplo de que toda persona puede lograr lo que se propone con mucho esfuerzo. Ha llegado a la cima de lo académico y lo profesional. Esto es histórico”.