Ante la noticia de la muerte del presidente Hugo Chávez, pongo de lado mi condición de perseguido politico y me aferro a los principios cristianos que nos enseñan del respeto por el dolor ajeno. Por ello, mis palabras de pésame a su familia y seguidores
En estos tiempos comprometidos, hago votos por la paz y la tranquilidad de Venezuela y le hago un llamado en primer término al pueblo venezolano para que mantenga la serenidad y la sensatez y, por otro, emplazo a las autoridades civiles y militares a cumplir con los preceptos constitucionales.
Es una hora difícil que requiere aplomo y equilibrio en la actuación y templanza en el carácter, de manera que la obligada transición ocurra dentro de la más absoluta calma y con la más categórica garantía de los derechos del pueblo venezolano.
Carlos Ortega
Lima, 5 de Marzo de 2013