La esposa de un expolicía neoyorquino acusado de querer secuestrar a mujeres para comerlas, confesó el lunes en el primer día de juicio que descubrió horrorizada que figuraba entre sus posibles víctimas potenciales.
Kathleen Mangan-Valle, de 27 años, fue la primer testigo de la acusación, en el juicio contra Gilberto Valle, de 28 años, ante un tribunal federal de Manhattan.
La mujer relató que había descubierto, tras el nacimiento de su primera hija, que su marido frecuentaba sitios de internet fetichistas morbosos, y que quería “comer carne humana”.
Mangan-Valle decidió entonces abandonar el domicilio conyugal con su bebé, tras descubrir fotos horribles en su computadora.
“La niña en la primera página estaba muerta”, explicó. Otra de las páginas que visitaba con frecuencia su marido mostraba “pies que no estaban vinculados a cuerpos”.
La joven madre se dio cuenta de que su marido había intercambiado “miles de emails” con otros sujetos sobre fantasías sexuales morbosas y fotos de personas que ella conocía.
“De repente, vi fotos mías, fotos de amigas”, declaró, contando que su marido mencionó en internet la idea de torturarla y degollarla.
Fue entonces cuando lo denunció ante el FBI.
Si para la acusación los planes del procesado eran “muy serios” la abogada de Valle, Julia Gatto, señaló en cambio que simplemente se trataba de fantasías “extrañas” en un hombre que era por otro lado un buen padre de familia.
Valle, que no pasó nunca a la acción, está en prisión desde octubre.
Según el acta de la acusación, habló con un cómplice de “el secuestro de mujeres para cocinarlas y comer partes de su cuerpo” y recopiló un “dossier” que contaba con un centenar de fotografías y nombres de mujeres, a veces con sus direcciones.
Gilberto Valle habría utilizado archivos de la policía para establecer esta lista. AFP