Renuncia del cardenal O’Brien deja a Reino Unido sin representante en el cónclave

Renuncia del cardenal O’Brien deja a Reino Unido sin representante en el cónclave

La renuncia hoy del cardenal católico Keith O’Brien como arzobispo de St. Andrews y Edimburgo, tras ser acusado por otros sacerdotes de acoso en los años ochenta, deja al cónclave papal sin representación británica.

(foto Reuters)

El clérigo, de 74 años, abandonó hoy el liderazgo de la Iglesia Católica Escocesa, de la que era la máxima autoridad desde 1985, después de que tres sacerdotes y un exsacerdote se quejaran al Vaticano de su “comportamiento inapropiado” hace más de tres décadas.

En un comunicado divulgado hoy por la Iglesia Católica Escocesa, el cardenal británico aclaró que no asistirá al cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI en marzo pues desea evitar que “la atención mediática en Roma” se centre sobre él.





“He valorado la oportunidad de servir a la gente de Escocia y del extranjero de varias maneras desde que me ordené sacerdote”, dijo el clérigo, cuya ausencia en Roma, sumada a la baja de otro purpurado por enfermedad, dejará a 115 cardenales como responsables de la elección papal.

En la nota, el clérigo también hizo balance de sus años de ministerio: “Por el bien que he podido hacer, doy gracias a Dios. Por cualquier fallo, me disculpo ante todos los que he ofendido”, si bien no hace referencia a las acusaciones.

Según explicó la Iglesia escocesa, O’Brien había presentado por motivos de edad en noviembre de 2012 su renuncia, que el pontífice aceptó el pasado 18 de febrero y finalmente hizo pública hoy, un día después de que se revelaran las acusaciones de acoso.

Como norma, los cardenales entregan su renuncia al pontífice al cumplir los 75 años (O’Brien los cumple el 17 de marzo) y, generalmente, el papa mantiene al sacerdocio varios años más al frente de su archidiócesis o la acepta de inmediato.

La marcha de O’Brien a raíz de las acusaciones de “comportamiento inapropiado” hacia otros curas genera una crisis en el seno de la Iglesia escocesa y abre una brecha en una institución a punto de celebrar una inesperada elección papal.

El próximo cónclave se celebrará tras la renuncia sin precedentes del papa Benedicto XVI al tiempo que el Vaticano atraviesa momentos delicados al afrontar supuestos casos de corrupción interna y mala gestión.

La marcha del cardenal supone también una derrota personal para O’Brien, cuya participación en Roma iba a marcar uno de sus últimos actos antes de retirarse.

La noticia “entristeció” al ministro principal para Escocia, el nacionalista Alex Salmond, que describió hoy al cardenal como “un buen hombre para su Iglesia y su país”.

“Todas las veces que he tratado con el cardenal, ha sido un líder considerado para la Iglesia Católica Escocesa, incondicional en su fe pero constructivo en sus planteamientos”, destacó el político.

Las acusaciones contra el cardenal parten de tres sacerdotes y un exsacerdote que fueron víctimas supuestamente de la conducta indebida del cardenal cuando se encontraban bajo su tutela en la década de 1980.

Uno de ellos, hoy casado, relató al dominical “The Observer” que sufrió acoso sexual por parte del clérigo en su época de seminarista, con 20 años, cuando O’Brien era su “director espiritual” y le sometió a acercamientos “inapropiados” tras sus oraciones nocturnas, que le provocaron depresión y cambios en su personalidad.

Nacido en Ballycastle (Irlanda del Norte), además de arzobispo en St. Andrews y Edimburgo, el cardenal es presidente de la Conferencia de Obispos de Escocia, aunque el pasado mes renunció a algunas de las tareas dentro de la Iglesia escocesa debido a su edad.

El religioso ha manifestado abiertamente su rechazo a la propuesta de legalizar el matrimonio entre homosexuales, al aborto y a la ordenación de mujeres obispo, pero recientemente se mostró a favor de que los sacerdotes puedan casarse y tener familia. EFE