El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó con firmeza el martes el nuevo ensayo nuclear de Corea del Norte, afirmando que va a trabajar “de inmediato” para adoptar “medidas” a través de una nueva resolución.
La explosión fue una “clara amenaza a la paz internacional y la seguridad”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores surcoreano, Kim Sung-Hwan, en la lectura de la declaración del Consejo luego de una reunión a puertas cerradas.
El texto no precisa qué medidas podría tomar el máximo órgano de decisión de la ONU.
Pero la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Susan Rice, indicó que Washington tenía como objetivo “reforzar el régimen de sanciones contra Corea del Norte en “diversas áreas”, incluyendo el sector financiero.
La acción norcoreana “no será tolerada” y Pyongyang enfrentará un “aislamiento y presiones crecientes en el marco de las sanciones de Naciones Unidas”, aseguró Rice.
Sus pruebas de misiles y ensayos nucleares ya costaron a los norcoreanos una serie de sanciones internacionales desde 2006: el congelamiento de haberes de empresas del país y la prohibición de viajar para responsables del régimen.
Pero mucho dependerá de la actitud de China, principal sostén de Corea del Norte, que se ha esforzado hasta ahora por proteger a su aliado ante el temor de un derrumbamiento del régimen estalinista.
De acuerdo con un diplomático del Consejo de Seguridad, “los chinos lanzaron a los norcoreanos una fuerte advertencia pidiéndoles no proceder con este ensayo” y el hecho de que Pyongyang haya desoído esa demanda es un “desafío” a Pekín.
La reunión fue convocada en medio de condenas a nivel internacional por el ensayo, de una potencia superior a los dos anteriores (en 2006 y 2009), utilizando un artefacto “miniaturizado”.
El presidente estadounidense, Barack Obama, que este martes pronuncia ante el Congreso el discurso sobre el estado de la Unión, denunció el “provocador” ensayo nuclear y apostó por una respuesta internacional “rápida” y “creíble”.
Para Rusia, esta nueva prueba merecía “una respuesta adaptada” del Consejo de Seguridad de la ONU, según su canciller Serguei Lavrov.
La última medida adoptada por la ONU contra Pyongyang data del 22 de enero pasado, cuando se aprobó por unanimidad ampliar las sanciones existentes tras el controvertido lanzamiento de un cohete de largo alcance en diciembre.
La agencia espacial de Corea del Norte, un banco, cuatro sociedades mercantiles y cuatro individuos fueron agregados a la lista de sancionados de la ONU para la congelación de activos y la prohibición de viajar.
Habían sido necesarias semanas de negociaciones entre Estados Unidos y China antes de que la resolución fuera presentada al máximo órgano de la ONU, integrado por 15 naciones, de las cuales cinco con derecho a veto (EEUU, Francia, Gran Bretaña, China y Rusia).
AFP