Un tribunal de Nicaragua condenó este jueves a la pena máxima de 30 años de prisión a un nicaragüense de 19 años que amordazó, golpeó, violó y enterró viva a su esposa de 16 años en una comunidad norteña alegando que le era infiel, informó una fuente judicial.
La condena establece una pena de ocho años por el delito de violación, 20 años por femicidio y dos por la forma atroz con que el acusado, Omar Arauz, asesinó a su esposa, con quien acababa de tener una hija, detalló a la prensa la jueza contra la violencia hacia las mujeres del departamento de Matagalpa (norte), Ivania Sancho.
La juez ordenó además someter al joven a tratamiento psiquiátrico.
El crimen ocurrió el pasado 26 de enero en la comarca Santa María de Ostuma, departamento de Matagalpa, 130 km al norte de la capital, y fue descubierto nueve días después por un grupo de labriegos que encontró el cadáver de la joven en una fosa.
Tras su arresto, el hombre confesó que mató a su cónyugue porque la descubrió “ajustando” una cita con otro hombre.
El homicida fue procesado por uno de los juzgados Contra la Violencia hacia las Mujeres que Nicaragua abrió a mediados del año pasado para atender las denuncias de femicidio y violencia intrafamiliar.
Más de 1.000 hombres han sido denunciados ante estos juzgados desde que entró en vigor la ley que castiga la violencia de género, informó a la AFP un portavoz de la Corte de Justicia.
AFP