Texto: cronica.com.ar
Una mujer estadounidense se tomó varias botellas de vino de más con una amiga y comenzó a hacer malabares con el asiento de uno de sus tres hijos. La broma terminó mal, ya que tuvo que ser rescatada por dos bomberos. ¡Se le habrá pasado la resaca de la vergüenza!
Esta madre de 31 años ya tiene algo que contarle a sus hijos: después de tomarse algunas botellas de vino con una amiga comenzó a hacer malabares y contorsionismo con la silla de uno de sus tres pequeños.