El presidente de Paraguay, Federico Franco, enfrentado al Gobierno de Venezuela, comparó hoy a los diputados oficialistas venezolanos con “marionetas” y ratificó la legitimidad del juicio político que depuso a su antecesor, Fernando Lugo.
“Nosotros no actuamos como marionetas recibiendo órdenes. Acá existe decisión clara del Congreso. De 125 parlamentarios, cinco personas se opusieron al juicio político (a Lugo). Se hizo todo lo establecido en la Constitución y las leyes”, aseveró Franco en una rueda de prensa.
El mandatario paraguayo, durante su visita oficial al departamento de San Pedro (centro), aludió de esa manera a unas críticas vertidas en la víspera por el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, quien refutó las comparaciones de la crisis paraguaya con la situación venezolana.
“Quiero mencionar que el Congreso Nacional paraguayo es un Congreso de hombres y mujeres libres, a diferencia del Congreso venezolano que no lo son”, insistió Franco, quien se desempeñaba como vicepresidente del país y asumió la Presidencia en reemplazo de Lugo el 22 de junio pasado.
Recordó que la Constitución paraguaya establece que una de las funciones específicas del vicepresidente es sustituir al titular del Ejecutivo.
En contraposición, observó que los criterios utilizados en Venezuela “no son los que se reconocen en forma habitual”.
Franco aludió al hecho de que la Asamblea Nacional venezolana haya autorizado un aplazamiento indefinido de la investidura presidencial de Hugo Chávez, que convalece en Cuba tras ser operado del cáncer que le aqueja.
El Tribunal Supremo venezolano ha dictaminado que no es necesario siquiera que Chávez jure el cargo pues ha sido reelegido en tres ocasiones consecutivas, la última el 7 de octubre.
Esa autoridad judicial también avaló la continuidad del actual Gobierno encabezado por el vicepresidente Nicolás Maduro, declarado persona non grata en Paraguay.
El Gobierno de Venezuela sostiene que la destitución de Lugo fue ilegal y por ende no reconoce la administración de Franco, quien, a su vez, declaró el 4 de julio último “persona non grata” al embajador venezolano José F. Javier Arrúe de Pablo y a Maduro, por las supuestas “graves evidencias” de injerencia en la crisis paraguaya.
La destitución de Lugo, quien participó el jueves en los multitudinarios actos de apoyo a Chávez en Caracas, provocó la suspensión de Paraguay del Mercosur y la Unasur, así como el retiro del embajador paraguayo en Venezuela y del venezolano en Asunción.
El canciller paraguayo, José Félix Fernández Estigarribia, abogó el jueves por el respecto a la Constitución de Venezuela y mencionó que aguardarán la decisión que eventualmente adopte sobre el asunto la Organización de Estados Americanos (OEA), que, según recordó el jefe diplomático, también cuenta con una carta democrática. EFE